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Pobrecito PSM por Alfredo Menéndez

La Razón
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Cada vez tengo más claro que en el congreso de este fin de semana del PSM lo que de verdad se elige es al líder (o lideresa) de la oposición de 2015. Así que los militantes del Partido Popular y sus dirigentes pueden estar muy tranquilos: gane una –la de la patata– o gane el otro –Norman Bates Invictus–, los populares renovarán mandato, aunque presenten a un Madelman (o una Madelwoman).

No es que el Partido Socialista de Madrid no se parezca a los madrileños. Es que Tomás Gómez y su equipo viven en un planeta diferente al que no debe llegar el oxígeno: pasean de la mentira más descarada al cinismo más obsceno y todo revestido con una mediocridad preocupante que le hace creerse ungido para defender lo público y sin embargo elegir un medio privado para debatir.

Ahora bien: la aspirante no se queda atrás. Cree que con decir que le han impuesto el formato ya tiene todo hecho. Aceptar las normas es darlas por buenas y sobre todo es mantener el régimen interno que les ha llevado a taladrar su propio suelo electoral. Pero no pasa nada: la fragilidad de la candidatura de Sánchez Acera le hace tragárselo todo dos veces y los pelotas de la Brunete tuitera de Gómez le jalean hacia el precipicio. Pobrecito PSM: gane quien gane, el partido pierde. Los madrileños no nos merecemos una oposición así: nos meremos una oposición seria y responsable. Y no a esta panda de trileros.