Córdoba

Robos y apellidos

La Razón
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Semanas atrás, un agricultor de Córdoba me contó que durante los últimos meses han robado en su explotación en varias ocasiones (la verdad es que me dijo que había perdido la cuenta). Primero fueron productos del campo. Luego tocó a los vehículos, cables de cobre, tuberías y otros materiales. Harto de los daños ocasionados en su propiedad, decidió no dejar nada allí; además, para que la cosa quedase clara, abrió las puertas de par en par y que se viese el almacén vacío. Pues bien, cuando volvió al día siguiente, se encontró con que los cacos se habían llevado las puertas. Ya sólo falta que desmantelen las paredes de la nave en cuestión. Es uno de los muchos ejemplos del imparable aumento de la inseguridad y de la delincuencia en el medio rural español, fenómeno frente al que poco puede hacer la Guardia Civil, escasa como anda de medios humanos y materiales, diga lo que diga Rubalcaba.
Algunos agentes han confesado a los agricultores y ganaderos, cuando éstos han ido a denunciar los hechos, que se sienten impotentes al ver que los detenidos, en muchas ocasiones, entran por una puerta y salen por otra. Y es que, al parecer, los cacos tienen muy bien estudiado el valor de lo que pueden robar para que no sea delito. Además, dicen que el Código Penal tiene muchas lagunas que también hipotecan la actuación de los jueces. Total, que los unos por los otros, la casa sin barrer. Traigo esto a colación a raíz de la polémica suscitada por el proyecto gubernamental sobre los apellidos. No digo yo que esté mal, pero supongo que hay prioridades y prioridades. He puesto el ejemplo de lo que sucede en el campo y de la necesidad de adaptar las leyes a esta nueva situación. Pero hay otros asuntos que me parecen más urgentes que lo de los apellidos. Por cierto, voy a pensar qué apellido se puede poner a los robos en el medio rural.