Historia

Murcia

El mundo es «ansí» por Antonio Parra

La Razón
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La lógica mundana hace compatible que los periódicos narren el hundimiento de la economía y la consiguiente desesperanza y cuenten a la vez que Carla Bruni, de 43 años, va a tener un hijo (si es que no lo ha tenido ya cuando salga esta columna) con el presidente de La France, de 56. El primer niño que nace de un presidente francés en ejercicio, aunque no sabemos si lo será por mucho tiempo, dado que las encuestas tampoco avalan la reelección: la crisis no perdona en ninguna parte. El mundo, si bien miramos, es muy raro. Sabemos, por ejemplo, que las cucarachas son inmortales, ni siquiera la energía nuclear en fuga acaba con ellas, pero, al menos, cuando llega el frío invernan o desaparecen y, ¡ay felicidad!, no las vemos. Pero al parecer hay una especie de cucaracha inmortal en invierno y en verano, que ocupa casas y calles en cualquier época, como hay, por el contrario, delicados bichitos que apenas resisten un mal aire. La naturaleza será sabia, pero injusta. El mundo es tan raro que hace compatible que unas agencias de calificación, que siempre se equivocan, muevan al mundo financiero y económico, califiquen y descalifiquen estados, empresas y bancos sin que se les caiga la cara de vergüenza. Una de esas agencias acaba de considerar a Botín y su banco de Santander más solvente que al Estado español, lo cual no nos hubiese extrañado nada hace unos años, pero hoy, visto lo visto en bancos y cajas, nos parece, cuando menos, extravagante y exagerado. El mundo es tan raro que hay liberales de salón que reclaman que el Estado salve a los bancos, es decir, que los salvemos nosotros, y que todos (el Estado son todos y cada uno de los ciudadanos, decía Stuart Mill) nos rasquemos el bolsillo para aliviar a la pobre Banca, que no tiene para comer. En fin, el mundo y el universo entero es tan raro que cuando este sea un bloque de hielo sólo escaparán las bacterias, las cucarachas y las agencias de calificación. Como siempre.