Barcelona
Chila Lynn revolución al piano
La artista cubana, de sólo 20 años, presenta un gran disco de carácter íntimo y códigos contemporáneos
MADRID- Parece que asusta a veces encontrarse con cosas así. Más aún si el canal por el que llega no es un vídeo de Youtube en el que Simon Cowell (presentador del «Tienes talento» británico) finge emocionado su último exitazo no comercial. Asistí impactado al lanzamiento de un álbum distinto, de algo realmente desbordante, porque lo de Chila Lynn va a dar que hablar, y mucho. Es de Cuba, y a sus 20 años recién cumplidos, hay que reconocerle el talento musical de la mejor pianista con una voz y una capacidad de componer que, como he dicho antes, asustan.
La historia de Lynn viene de largo y no es casual. La música es a Chila lo que la sal al mar, su esencia. Se ha paseado por las principales escuelas de piano de su Habana natal, y si el son la llevó durante los primeros años, hoy sabe a rock, a un pop «made in Spain», pero que parece traído del mejor estudio londinense. Su primer single, «When Love», suena a Maroon 5, Alicia Keys o a Stevie Wonder.
Escuelas de canto y piano
Su primer disco, que acaba de salir, aglutina un repertorio fresco, moderno, lleno de fuerza y novedad. «Real Woman» consta de diez temas en inglés. Desde que EMI la fichara con sólo 15 años, detrás quedan cinco de duro trabajo entre la compañía, el padre y mánager de Chila y la propia artista, para crear un repertorio adecuado a los tiempos. Su niñez la pasó entre escuelas de piano y canto, mientras su tiempo le enseñaba la música que hoy suena en todas las radios del mundo. Así, inevitablemente, adoptó y mezcló todo aquello con lo que le pedía su propia voz, de lo que surgió un puñado de canciones excelentes e íntimas. Quizá la crisis padecida por la música en los últimos años no es sólo consecuencia de la «piratería» sino también de la anodinas novedades aportadas en el sector español. Por suerte, y como muestra el botón de Lynn, parece que las discográficas vuelven a apostar por la calidad más allá de los dictados puramente comerciales.
Sin miedo a los padrinos
Hace alrededor de un mes, Chila Lynn acompañó al cantante James Morrison (dcha.) durante los conciertos que ofreció en Madrid y Barcelona. Se trató de una prueba de fuego que ella supo encarar con su pronta madurez, ya que, aunque sea todavía tan joven, la cubana parece saber bastante bien hacia dónde debe dar cada paso. Y da la impresión de que no tiene miedo a equivocarse.
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