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Goya sueña ya en Barcelona
Majas, chulapos, reyes, intelectuales, brujas o seres mágicos creados por el genio de Fuendetodos se adueñan de las salas de CaixaForum en una exposición que trae lo mejor de El Prado a Barcelona, hasta el 24 de junio.Dónde: CaixaForum de Barcelona. Av/ Ferrer i Guàrdia, 6 Cuándo: hasta el 24 de junio.Cuánto: entrada gratuita
Decía Rafael Alberti que hay pintores que son un país y otros que son un continente. Francisco de Goya y Lucientes está en este último grupo, como así lo atestigua la exposición que acaba de abrir sus puertas en CaixaForum Barcelona y que sirve para conmemorar el décimo aniversario de la apertura del centro. La muestra reúne un centenar de obras del maestro aragonés procedentes del Museo del Prado –entre pinturas, dibujos, grabados y cartas–, que permiten conocer todos los temas que marcaron la carrera del genial autor. Comisariada por dos de los mejores técnicos de El Prado –Manuela Mena, jefa de conservación de Goya y pintura del siglo XVIII, y Manuel Matilla, jefe del departamento de dibujos y estampas de El Prado–, en la exposición pueden encontrarse algunas de las indiscutibles obras maestras del genio de Fuendetodos, como «La maja vestida», varios de los cartones para los tapices, algunos originales para los «Caprichos» o «Los desastres de la guerra», así como estudios para algunos de los personajes retratados en «La familia de Carlos IV». Esta excepcional exposición es fruto de los acuerdos entre la pinacoteca madrileña y la Fundación La Caixa.
El recorrido expositivo se inicia con una carta de Goya a su gran amigo y confidente Martín Zapater en la que se autorretrata de manera caricaturesca, además de anunciar que está a punto de pintar a la Duquesa de Alba, «que ayer se metió en el estudio a que la pintase la cara, y se salió con ello». A esta epístola le siguen un pequeño, pero maravilloso autorretrato de 1796, y el dibujo original para el «Capricho 43», titulado «El sueño de la razón produce monstruos». Con esta introducción se invita al espectador a conocer el Goya luminoso de las escenas cotidianas y festivas en los cartones para los tapices. Son una selecta parte de sus trabajos para la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, es decir, pinturas al óleo del mismo tamaño que el futuro tapiz que servían de modelo para los tejedores. De esta manera pueden verse escenas tan populares como las de «El quitasol», «La maja y los embozados», «La feria de Madrid» o un estudio preparatorio para «La gallina ciega». Son escenas de majos y chulapas, de rico cromatismo y con un envidiable dominio de la luz.
La gran estrella
Otro de los temas de Goya, y recuperado en CaixaForum, es el de la representación de la mujer, a la que supo plasmar de maneras diferentes. En este ámbito, la estrella es «La maja vestida», pieza que ha generado gran expectación. La que parece ser representación pictórica de la Duquesa de Alba o de Pepita Tudó, amante del todopoderoso ministro de Carlos IV, Manuel Godoy, está acompañada de estampas de varios «Caprichos», así como de las telas «La Duquesa de Alba y "La Beata"», «Las lavanderas» y «El pelele».
CaixaForum también permite conocer de primera mano el proceso creativo del artista, en el que no se oculta ni la libertad ni la autocensura goyesca. De esta manera se exponen los dibujos del llamado «Álbum de Madrid», que pasarían a ser la estampa titulada «Están calientes», de la segunda edición de la serie «Caprichos». Precisamente estos grabados dan pie a una sección de la gran muestra recogiendo sátiras con asnos como protagonistas, además del descenso de Goya al mundo de la brujería, también en cuadros como «Vuelo de brujas». El pintor ganó fama como retratista por su incisiva mirada, que le permitía adentrarse en la psicología del protagonista de su cuadro. En CaixaForum hay unos cuantos ejemplos sobresalientes de esa afirmación, con protagonistas como Gaspar Melchor de Jovellanos, Leocadia Zorrilla, el conde de Floridablanca o algunos miembros de la familia del rey Carlos IV. Los desastres provocados por la Guerra de la Independencia también se cuelan en las salas de exposición, con interesantes dibujos, junto con algunas escenas taurinas. Una mención aparte merece la pintura religiosa que intenta romper los tópicos que se han creado en torno a la visión de Goya.
El «álbum de Burdeos»
Los cuadros «Inmaculada Concepción», el boceto de «Santa Justa y Rufina» y «San Juan Bautista niño en el desierto» rompen con el escepticismo religioso del autor, así como el hipotético escaso interés que podía sentir por todo esto. La vejez de Goya queda resuelta en CaixaForum con varios dibujos de la serie del «Álbum de Burdeos», de impresionante imaginación, además de incluir variadas gotas de diversión y violencia. Viejo y ya en el exilio, aún tuvo fuerza Goya para autorretratarse y escribir el conmovedor dibujo al que llamó «Aún aprendo». Pero donde mejor plasma esa fuerza creadora es en una carta a Joaquín María Ferrer que sirve para cerrar la muestra. Escrita el 20 de diciembre de 1825, en ella apunta «Agradézcame usted mucho, estas malas letras porque ni vista, ni pulso, ni pluma, ni tintero, todo me falta y sólo la voluntad me sobra». Esa voluntad es la que acompaña a cada una de las piezas que hasta el 24 de junio traen un trozo del Museo del Prado a CaixaForum de Barcelona.
Un acuerdo que se prolongará con más exposiciones
Isidro Fainé, presidente de La Caixa, y Plácido Arango, presidente del Real Patronato del Museo del Prado (en la imagen) fueron los encargados de inaugurar ayer oficialmente la muestra dedicada a Goya en CaixaForum. La gran exposición es una puerta abierta a la prolongación del trabajo conjunto entre las dos instituciones que, por el momento, trabajan en tres exposiciones para los centros de CaixaForum.
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