Bruselas

Las 48 horas más difíciles de Moncloa

Las 48 horas más difíciles de Moncloa
Las 48 horas más difíciles de Moncloalarazon

Madrid- El jefe del Ejecutivo aguanta el tipo como puede, tras una semana de infarto. Eso es lo que comentan los suyos cuando se pregunta por su estado anímico. Eso sí, no ocultan que «está dolido y afectado». No es para menos. Forzado por Bruselas, ha traicionado sus ideales más profundos con un duro golpe al Estado de Bienestar sin precedentes en España. Fin de semanaTras días de advertencias, Francia y Alemania pegaron un puñetazo al unísono en la mesa del Ecofín. Los todopoderosos Sarkozy y Merkel no iban a consentir que, por la laxitud de Grecia, España y Portugal, los especuladores se ceben con sus economías. El mensaje fue contudente: «O España adopta medidas urgentes para reducir el déficit y acomete las reformas laboral y de las pensiones o se le cierra el grifo». El Ecofin decidió, en una acción coordinada con el FMI, mandar un aviso a los mercados en forma de un fondo de rescate de 750.000 millones para salvar a los países en dificultad. En esas jornadas trepidantes, Salgado trasladó a Zapatero el peaje a pagar. Se acabó el tiempo de esquivar la crisis con parches como el Pacto de Zurbano, un conjunto de medidas de escasa efectividad. Entre la espada y la pared, el presidente decidió coger el toro por los cuernos, aunque la faena le cueste las urnas.Lunes 10Zapatero ordenó a su equipo preparar distintas propuestas para rebajar el déficit en 15.000 millones. A partir de ese instante, el ir y venir fue interminable, con un continuo cruce de papeles entre el director de la Oficina Económica del presidente, Javier Vallés, y la vicepresidenta segunda. Martes 11Hasta que por fin Zapatero tuvo encima de su mesa un abanico de duros recortes lo suficientemente amplio como para elegir. En esa jornada, el presidente, profundamente afligido, recibió la llamada del mismísimo Barack Obama. Sólo hizo partícipe de sus 16 minutos de conversación a su secretario general de Presidencia, en la creencia de que se trataba de una charla privada. Sin embargo, la Casa Blanca aireó el tirón de orejas que le dio Obama, un día antes su comparecencia ante el pleno del Congreso.Miércoles 12Un Zapatero investido en presidente informó, ante la estupefacción de los suyos, de un histórico tijeretazo en los gastos sociales. El rostro de su ministro de Trabajo reflejaba el mazazo que acababa de recibir. No le habían consultado sobre la congelación de las pensiones. Como alma en pena, reconoció a todo aquel que le quiso oír que ignoraba cómo discurriría a partir de ahora el diálogo social. Por la tarde, se descubrieron errores de cálculo, fruto de la improvisación. Las partidas recortadas suman 17.964 millones, frente a los 15.000 anunciados. Se cifró la caída de la inversión en 6.045 millones en lugar de en 4.000.Jueves 13Así lo admitió Zapatero en su encuentro con la patronal. Horas antes, mantuvo una de sus reuniones más dolorosas de la semana. Recibió a un consternado Cándido Méndez, con quien comparte los derbys Real Madrid-Barça en La Moncloa. Ahora tendrá que ver cómo su amigo le planta cara en la calle con una huelga general.