Pacientes
El tumor de ovario mata a casi 1900 españolas al año
Es el segundo tumor ginecológico maligno y su incidencia está aumentando. Cada año se detectan en España 3.200 casos y fallecen 1.880 mujeres. Los expertos abogan por nuevos métodos diagnósticos que permitan reducir el número de muertes
La alta prevalencia del cáncer de mama lo ha convertido en el más conocido en la mujer. Sin embargo, en lo que a tumores ginecológicos se refiere, el de ovario es hoy el que más preocupa a los profesionales debido a su alta tasa de mortalidad, porque representa la primera causa de defunciones por cáncer ginecológico, y su incidencia está aumentando.
Se trata de un tumor silente que se suele detectar en estadíos avanzados, cuando las probabilidades de superarlo se ven muy reducidas. «En la actualidad, la supervivencia de las pacientes es inferior al 35 por ciento cinco años tras el diagnóstico», dice Hernán Cortés-Funes, jefe de Servicio de Oncología del Hospital 12 de Octubre de Madrid y ex presidente de la European Society for Medical Oncology. Y cada año se observan en España cerca de 3.200 nuevos casos.
Estas cifras proceden de un estudio elaborado por la Fundación Mutua Madrileña junto con la red de hospitales OncoSur. Un trabajo en el marco del «Programa Contra el Cáncer de Ovario» que también está auspiciado por el grupo Cooperativo Psamoma.
En el trabajo participaron 65 especialistas (oncólogos y ginecólogos) de más de 15 hospitales de 11 comunidades, y el objetivo era dar a conocer la dolencia, concienciar e instaurar un protocolo de diagnóstico precoz para reducir la cifra actual de más de 1.800 muertes anuales.
«Los síntomas son vagos porque es un órgano interno que puede crecer sin dar señales de alarma», explica Cristina Grávalos, médico adjunto del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario 12 de Octubre de Madrid, coordinadora científica de OncoSur y secretaría científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Y cuando una siente que algo va mal, léase, sensación de distensión abdominal, molestias digestivas, dolor pélvico, suele ser tarde.
Hoy, las técnicas de diagnóstico utilizadas son «una analítica para observar los niveles de ciertos marcadores tumorales, como el marcador CA125, que no es específico, ya que se eleva también por causas distintas al tumor de ovario, como el ciclo menstrual o una infección», añade Grávalos. La otra prueba es la ecografía transvaginal, que «también puede hallar cosas que no son tumor». Por ello, los expertos inciden en la necesidad de mejorar los métodos diagnósticos. «De cien casos que he visto en los últimos cinco años, 95 eran avanzados. Por eso hay que concienciar a la población y transmitir a los médicos de Atención Primaria en qué cosiste esta enfermedad», especifica Cortés-Funes. Entre las propuestas que plantean los expertos tras el estudio destaca la investigación en nuevas estrategias de cribado, así como más recursos materiales (ecografía 3D), más formación continuada y la creación de unidades específicas.
En línea con estas propuestas, Lorenzo Cooklin, director General de la Fundación Mutua Madrileña, matiza que «hemos avanzado iniciativas orientadas a la población general y a los profesionales de AP» que incluyen guías para informar sobre las causas, síntomas y métodos de prevención, y ayudan a los profesionales a implantar un programa de detección precoz.
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