Padres protestan en Alcalá porque un colegio abre sin licencia de ocupación

SEVILLA- El regreso ayer a las clases tras las vacaciones de Navidad de los alumnos del colegio Nuevo Campo de las Beatas de Alcalá de Guadaíra fue algo accidentado. Un grupo de padres se concentró frente al centro, que abría por primera vez sus puertas, y decidió no llevar a sus hijos a clase, puesto que al edificio «le faltan instalaciones complementarias» y no cuenta con licencia de ocupación, según relató uno de los padres afectados, Roberto Giraldo.
A su juicio, la apertura del colegio «se ha hecho a las bravas», puesto que «faltan instalaciones como la biblioteca, la sala de profesores, un cuarto de limpieza o la sala de psicomotricidad». Estancias que vienen recogidas en el decreto que rige las condiciones de los centros educativos públicos. Por tanto, según Giraldo, «se ha abierto un mini colegio que no cumple con todos los requisitos».
Giraldo puso el acento también en que el colegio se ha abierto sin licencia de ocupación, tal y como le informaron desde el Ayuntamiento. Al parecer, la Delegación Provincial de Educación solicitó este documento al Consistorio el pasado día 5, por lo que el trámite no se resolverá «hasta dentro de un mes como mínimo». De esta manera, tildó de «escandaloso» este extremo, ya que «para abrir un establecimiento privado se necesitan innumerables papeles y, a la hora de abrir un centro público, se saltan todos los procedimientos».
Los padres se trasladaron luego a la Delegación Provincial de Educación, donde fueron recibidos por el jefe de servicio de planificación. Los responsables de la Junta les comunicaron que el colegio se ha abierto «conforme a la legalidad» y que sigue en pie el compromiso de llevar a cabo la segunda fase de la obra.
Un total de 125 alumnos de Educación Infantil tenían previsto incorporarse ayer al colegio Nuevo Campo de las Beatas. Un centro que debió abrir en septiembre, coincidiendo con el inicio del curso, pero las obras impidieron que los niños pudieran recibir clase. Anteriormente, estos alumnos estaban en el colegio José Ramón de la localidad, concretamente en dos caracolas instaladas en el patio y en dos aulas del edificio.
Visita de varios concejales
Por su parte, el Ayuntamiento alcalareño destacó la «normalidad» en la apertura del centro, un extremo corroborado por varios concejales del Gobierno local que se desplazaron hasta el edificio. En una nota, el Consistorio aseguró que un «pequeño grupo de padres» se concentró en la puerta para «mostrar su disconformidad por este traslado hasta que estén construidas las dos fases». No obstante, la directora y el inspector de Educación constataron que «todo estaba en perfecto orden».
También aclaró que el edificio cuenta con comedor y sala de profesores, «así como otras dependencias necesarias para su correcto funcionamiento».