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Girona apuesta por la insumisión fiscal con el «respeto» del Govern
BARCELONA– Primero fue un matrimonio, propietario de un restaurante de Siurana, luego los ayuntamientos de Berga, Manresa y Arenys de Munt, y ahora es Girona, la primera capital de provincia en declararse insumisa fiscal. El pleno del Ayuntamiento de Girona aprobó el lunes por la noche una moción para dejar de pagar impuestos al Estado y abonarlos solo a la Agencia Tributaria de Cataluña en protesta por el déficit fiscal, que según cálculos de la Generalitat, fue de 16.409 millones en 2009.
La moción, impulsada por la CUP –formación independentista que cuenta con tres concejales en el Ayuntamiento de Girona–, prosperó gracias al apoyo de ICV (2) y las abstenciones del PSC (7) y de CiU (10), el partido que gobierna en el Consistorio. Los tres concejales del PP votaron en contra de la moción.
Divergencias en el Govern
La iniciativa solicita que el Ayuntamiento de Girona pueda liquidar, cuando sea viable, todos los impuestos (el IRPF e el IVA) en la Agencia Tributaria Catalana y deje de hacerlo en España. Sin embargo, el Consistorio se limitará a respaldar a los ciudadanos y las empresas que apuesten por la insumisión tributaria a título personal.
El texto también reclama a la Generalitat y a la Agencia Tributaria de Cataluña que establezcan un protocolo de actuación, así como a efectuar los cambios normativos necesarios para poder realizar el pago de los impuestos en Cataluña, alegando que los 16.409 millones de euros que viajan a las arcas del Estado y no vuelven, «ponen en peligro el futuro económico de Cataluña y todos aquellos servicios públicos y sociales conseguidos en los últimos años».
Aunque el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, alertara anteayer de que el déficit fiscal sostenido del 8 por ciento del PIB entre 1986 y 2009 «es inaguantable a corto plazo», se mostró en contra de la insumisión fiscal, porque mientras Madrid tenga las llaves de la «caja» –esto es que recaude la mayoría de impuestos–, la Generalitat no tiene herramientas para plantarle cara.
Mas-Colell recordó que Cataluña apenas recauda 2.000 millones de euros «y con esto no podemos ejercer la insumisión fiscal, porque sería ir en contra de nosotros mismos», añadió. Y aunque Artur Mas también ha expresado más de una vez su rechazo a la insumisión fiscal por el desacatamiento a las leyes que representa, ayer, el portavoz del Govern, Francesc Homs, expresó su simpatía hacia la iniciativa del Ayuntamiento de Girona. Dijo que el gobierno catalán «respeta» el ejercicio de la insumisión fiscal como herramienta para expresar el «malestar» que hay en la sociedad catalana por el agravio económico que sufre Cataluña.
Pese al guiño que Homs lanzó a su correligionario en Girona, el alcalde Carles Puigdemont, aseguró que hoy por hoy, la insumisión fiscal no está en la hoja de ruta del Govern. Porque, de momento, el gobierno catalán sólo tiene un plan, lograr el pacto fiscal que le de la llave de la «caja» para recaudar y gestionar todos los impuestos que se recaudan en Cataluña. No tiene ni «un plan B», ni «un plan C», porque considera que sería perjudicial para obtener su objetivo.
Trabas legales
El pulso de Girona, Berga, Manresa, Arenys de Munt, el matrimonio de Siurana y la empresa cervecera Ausesken de Olost (Barcelona) topa con trabas legales. El reglamento de la Agencia Tributaria de Cataluña, creada en 2008 por el Estatut, señala que el organismo recauda los tributos propios de la Generalitat y los cedidos por el Estado. No dice nada sobre gestionar otro tipo de impuestos, así que, como dice la consellera de Justicia, Pilar Fernández-Bozal, «aunque no quiera pagar, lo acabaré haciendo».
La semilla de la insumisión
«Diem prou»
De Siurana a Girona
La moción que la CUP presentó en Girona llega a través de la campaña «Diem prou», que inventó el matrimonio de Siurana, propietario de un restaurante, que aseguró que a partir de abril sólo pagará el IVA y el Impuesto de Sociedades a Cataluña.
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