Del Nilo al Manzanares

Cuándo: Hasta el 17 de octubre.Dónde: Pabellón XII de la Casa de Campo.Precio: De 10 a 18 euros. Precios especiales para niños, pensionistas y grupos.«Veo cosas maravillosas». Éstas fueron las famosas palabras que el arqueólogo Howard Carter acertó a decir cuando abrió por primera vez la tumba del faraón más conocido de todos los tiempos: Tutankhamon. La frase fue pronunciada el 26 de noviembre de 1922 y ahora, 88 años después, aquellas «cosas maravillosas» a las que se refería Carter podrán verlas todos los madrileños que quieran acercarse hasta el pabellón XII de la Casa de Campo de Madrid. Es, sin duda, una cita obligada para todos los amantes de la arqueología en general y la egiptología en particular. «Tutankhamon: la tumba y sus tesoros» dará a conocer a los asistentes el tesoro funerario del legendario faraón tal y como fue encontrado. Esta muestra consiste en una reproducción a escala original, según los organizadores «única en el mundo», de las cuatro cámaras funerarias y las más de mil réplicas de la exposición especial, que pretende evocar la época dorada de los faraones. Joyas, objetos de culto, amuletos, cofres, armas, insignias de poder... todo fabricado con las materias más exquisitas, como el ébano, alabastro, piedras preciosas y, por todas partes, oro. La exposición pone al alcance del visitante la experiencia de este instante: la entrada a la deslumbrante sala del tesoro, el descubrimiento de un mundo que se consideraba perdido junto con sus maravillas. Gracias a los últimos avances técnicos, puede renacer la fascinación que despertaba el antiguo y exótico imperio situado a orillas del Nilo. «Esta exposición está pensada para entretener y educar al mismo tiempo», explicaron los organizadores. Para convertir en realidad esta iniciativa, un equipo de expertos formado por prestigiosos egiptólogos y reconocidos organizadores de exposiciones han trabajado durante más de cinco años en su producción. La exposición, que cosecha más de 1,3 millones de visitas, ha triunfado ya en ciudades como Zurich, Munich, Barcelona, Hamburgo o Budapest. Y trasladar toda esta enorme colección a Madrid ha requerido un gran esfuerzo logístico. Nada menos que diecisiete grandes camiones para transportar el material utilizado en la exposición desde Budapest, última ciudad donde pudieron disfrutar de ella. Además, cincuenta técnicos participarán durante cuatro semanas en el montaje de esta muestra que estará durante varios meses.