Combates
Próximo objetivo: el crudo de Sirte
Los rebeldes avanzan hacia el bastión de Gadafi por el este. En Zauiya ganan terreno las fuerzas leales
Ras Lanuf- Los rebeldes avanzan hacia el oeste imparables y cada vez más envalentonados. Ya ninguno de ellos duda de que vayan a alcanzar Trípoli en breve, después de haber asegurado Ras Lanuf en menos de 24 horas y haber llegado ayer hasta Ben Yawad, a unos 40 kilómetros más al oeste del enclave petrolero. El control sobre esta localidad todavía no estaba confirmado a última hora de ayer, cuando seguían los combates entre las fuerzas de Gadafi y los revolucionarios, tal y como dijeron varios de ellos a LA RAZÓN. Conquistar Ben Yawad e ir más allá es clave para los rebeldes, que conseguirían penetrar en el «reino de Gadafi», con Sirte como capital, que es el próximo objetivo de los revolucionarios: «Esta noche estaremos en Sirte», aseguraban ayer por la tarde los jóvenes revolucionarios que se dirigían hacia el frente para luchar.
En la carretera que une Bengasi con el resto de ciudades ya liberadas y que lleva a la línea de batalla, decenas de vehículos, equipados con ametralladoras, viajaban ayer en dirección al oeste con cientos de personas armadas, muchas de ellas niños. Abdalá, que sólo tiene 22 años, parece que está disfrazado de soldado, con su fusil y unas orejeras para protegerse del ruido de los proyectiles que sus compañeros no dejan de disparar al aire: ráfagas de metralleta para celebrar las victorias conseguidas hasta ahora y las que ya están saboreando.
Los rebeldes parecen no preocuparse por malgastar sus balas y ayer trasportaban ingentes cantidades de munición hacia el frente: desde proyectiles de 7,62 milímetros para los fusiles AK-47 hasta los de 14,5 milímetros para las baterías antiaéreas. Los revolucionarios están cada vez mas equipados y organizados y cuentan además con un aliado excepcional: la meteorología. La tormenta de arena que azota la región está favoreciendo el avance de los rebeldes, según explican varios de ellos, porque sólo los hombres originarios de la zona y familiarizados con el desierto saben moverse sobre el terreno en estas pésimas condiciones, especialmente la escasa visibilidad, que estaría limitando la actividades de la aviación de Gadafi.
Aun así, los aviones del coronel volvieron a bombardear ayer el área de Ras Lanuf, según el testimonio de los rebeldes que guardan las puertas de esta cuidad. Tres jóvenes con uniforme militar aseguraron a este diario que una de sus baterías antiaéreas había derribado un avión de las Fuerzas de Gadafi pilotado por un mercenario serbio y otro sirio que fueron capturados posteriormente.
La presencia de milicianos extranjeros en las filas gubernamentales es un rumor que toma cada días más forma de realidad, mientras que lo que sigue siendo un misterio es la estrategia y fuerza real de la que dispone Gadafi. Hasta el momento, su aviación está fallando las incursiones bombardeando en medio del desierto, no se sabe si voluntariamente, por error o porque sus pilotos desobedecen las órdenes, tal y como ha sido apuntado reiteradamente. Tampoco se sabe si es Alá el que está ayudando a los revolucionarios, tal y como afirman éstos con toda su fe y confianza, o que las fuerzas del coronel se encuentran realmente en dificultad y se habrían resignado a perder el este de Libia. Gadafi ha sufrido un importante descalabro al perder las dos ciudades petrolíferas de Brega y Ras Lanuf, fundamentales en el control de las exportaciones de crudo, que es la base y el sustento del régimen de Gadafi.
En el frente del oeste, sin embargo, el curso de los combates es mucho más desfavorable para los rebeldes, cercados por las fuerzas gubernamentales en Al Zauiya, a 92 kilómetros de Trípoli. Ayer, una columna de 35 carros de combate T-72 salió de la capital libia para completar el cerco de la ciudad, bloqueando sus cuatro puntos de acceso. Tras tomar posiciones, las unidades leales a Gadafi iniciaron una nueva ofensiva sobre este enclave en el que la lucha es ya desesperada y las víctimas se cuentan por decenas. Los defensores carecen de electricidad y escasean los víveres y medicamentos, según relataron los activistas por teléfono.
Según esa misma versión, los carros de combate tratan de machacar las posiciones de los sublevados pero no han intentado acceder al interior, donde la defensa se concentra en la plaza de los Mártires, escenario de los combates mas violentos. Con fuego de artillería y morteros los sitiados sufren un inclemente castigo, aunque ayer aseguraban que habían contenido el avance e incluso habían hecho prisioneros a dos mercenarios subsaharianos.
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