La herencia del PSOE: 842 millones de deuda

La alegría de comprobar que los ciudadanos les habían otorgado su confianza a través de las urnas el pasado 22 de mayo se vio contrarrestada una vez que abrieron la puerta del despacho de alcaldía. La deuda con la que se encontraron los alcaldes populares en los ayuntamientos madrileños que habían estado gobernados por el PSOE, ha obligado a dejar a un lado muchos de los proyectos que pretendían llevar a cabo y que, ahora, al encontrarse las arcas municipales prácticamente vacías, tendrán que esperar a otros momentos de mejoría económica. Ayer, 26 alcaldes del PP que accedieron al cargo en los pasados comicios tras años de gobiernos socialistas o de partidos independientes, denunciaron haberse econtrado con una deuda que suma un total de 842 millones de euros. Los primeros ediles se reunieron con la presidenta regional y del PP de Madrid, Esperanza Aguirre y el secretario general del partido en la Comunidad, Francisco Granados, para analizar esta situación de «insostenibilidad». El endeudamiento heredado por los populares supone unos 2.000 euros de deuda por habitante, según valoró Granados al término de la reunión.
El caso más alarmante es, sin duda, en del Ayuntamiento de Alcorcón, donde el nuevo alcalde popular, David Pérez, se ha encontrado con una deuda de 250 millones de euros.

Cada ciudadano «toca» a 2.000 euros de deuda
La cita era Génova. A la mesa se sentaron, además de la presidenta del PP y su secretario general, Esperanza Aguirre y Francisco Granados, 25 de los 26 nuevos alcaldes del partido que se han topado con la misma situación al frente de los ayuntamientos que han comenzado a gobernar: una deuda millonaria. El objetivo era poner en común a cuánto ascendía la deuda y trazar las medidas a seguir para salir de la dramática situación lo antes posible intentando que afecte lo menos posible a los vecinos de esas localidades. Entre otros, acudieron a la cita los alcaldes de Alcorcón, David Pérez, Getafe, Juan Soler, Leganés, Jesús Gómez, y Aranjuez, María José Martínez de la Fuente (el alcalde de Nuevo Baztán no pudo acudir pero trasladó su situación).
Según el secretario general del partido, los nuevos alcaldes se han encontrado con «un endeudamiento absolutamente insoportable, una situación económica catastrófica, un despilfarro durante todos estos años, un derroche y un nivel de gasto que no ha descendido como consecuencia de la llegada de la crisis, haciéndose caso omiso de la situación económica que se vivía, y se ha mantenido el ritmo de gasto público de los últimos años», aseguró a Europa Press.
Granados sostuvo que los anteriores alcaldes, «en su inmensa mayoría además han tomado las medias que estaban en sus manos para que cuando llegaran los alcaldes del PP no hubiera ni un sólo euro en la caja y se pusiera en grave riesgo algo fundamental que es el pago de la nómina y la paga extra de junio». El secretario general de los populares en la Comunidad citó como casos «especialmente llamativos» los de Alcorcón y Aranjuez, así como el de Getafe, donde, según anunció, se va a analizar la devolución por parte del Ayuntamiento de 23 millones de euros a unos promotores tras renunciar a recurrir la sentencia correspondiente, lo que «pone en riesgo» las cuentas municipales. Además, apuntó que en la mayoría de los ayuntamientos a los que ha accedido el PP hay amenazas de corte de suministro eléctrico, de gas o de teléfono. Ante esta situación, el PP aplicará su «receta estrella» o, como Granados calificó, «su seña de identidad»: la austeridad. Ésta se aplicará en la reducción del gasto público, «respeto máximo por el dinero que pagan los ciudadanos», mayor transparencia en el gasto y más eficacia en la gestión. Según manifestó el dirigente popular, ahora los alcaldes populares «tienen que desterrar los gastos superfluos y otros que se habían asumido pero que no son básicos».
Además, en la mayoría de los ayuntamientos el PP llevará a cabo auditorías y habrá que «desamortizar o vender edificios en los que se prestan servicios que se pueden concentrar o que habrá que recortar». Preguntado por si los alcaldes populares renunciarán a sus coches oficiales, Granados recordó que la mayoría de los alcaldes con los que se reunió ayer «ni siquiera tiene coche oficial», y el resto optarán por vehículos más económicos que sus antecesores. En este punto ha recordado que el alcalde de Getafe, Juan Soler, ha subastado el Audi A8 que tenía su antecesor, Pedro Castro. «Al margen de los coches, hay muchas otras cosas que no sólo van en el sentido de la imagen sino que hacen referencia a lo que es el grueso del ahorro en esa gestión. Reducción de cargos de confianza, asesores, todo aquello lúdico que se pueda evitar», añadió, para después citar que habrá que «reducir la partida de fiestas patronales y el gratis total del que muchos han hecho uso y abuso».
Granados también criticó la «tendencia a hacer funcionarios» a pocos días de terminar los mandatos «para dejar a los amigos colocados de por vida», citando como ejemplo San Agustín de Guadalix.
A estos nuevos alcaldes se les suman otros 15 regidores populares de municipios de menos de 500 habitantes que han experimentado un cambio político, pero, según el PP, por su tamaño, no reflejan altos niveles de endeudamiento.

Asesoramiento anti-crisis
No habrá problema económico o duda sobre cómo encauzar su gestión que no se vea solucionada por un experto. Los alcaldes populares tendrán a su disposición un servicio de asesoramiento en su cuartel general de Génova al que podrán dirigirse para consultar «cualquier duda que se plantee en el ámbito de lo técnico o de la gestión política», informó ayer el secretario general del PP, Francisco Granados. Pero este servicio no sólo estará a disposición de los regidores porque, añadió Granados, también podrán disfrutar de este asesoramiento los 39 portavoces de la oposición del PP.