Barcelona

El lugar donde todos los sentidos experimentan placer

Los célebres cafés cantados de París se han evolucionado en Sevilla con este local que combina gastronomía y bel canto de primera calidad

El lugar donde todos los sentidos experimentan placer
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En vez de soportar una tópica conversación sobre el calor que hace este verano, los comensales pueden disfrutar de su cena mientras escuchan las más célebres arias de Mozart o de Rossini. La oferta no puede ser más sugerente para quienes visiten Sevilla, una ciudad cuyos gobernantes pretenden incluir en el circuito internacional de las óperas aunque se topan con la cruda realidad de una temporada lírica limitada a apenas cuatro o cinco representaciones en el Teatro de la Maestranza. Para paliar en parte este déficit, el restaurante «Sevilla de Ópera», dentro del Mercado de Entradores, ofrece espectáculos en los que se combinan la gastronomía y el bel canto, con el único acompañamiento de un piano. El santo y seña de la casa se reduce a una palabra: «Calidad».

Menos glamour y más nivel
Paco Oliva conoce los entresijos del mundillo lírico sevillano y domina, como hostelero, el barrio del Arenal. No en vano, regenta desde hace veinte años el bar La Bottega di Figaro, justo enfrente del mercado donde, desde mayo, se ubica Sevilla de Ópera. «Mi experiencia como corista en el Maestranza me ha llevado a cantar junto a los más grandes y quiero que nuestros clientes sientan el privilegio de escuchar a cinco metros a estos monstruos de la lírica porque no tiene nada que ver la cercanía que te ofrece un local así con oírlos desde el patio de butacas». Desde antes de la apertura, tenía claro que «había que apostar por la calidad. Hay locales en Madrid o Barcelona, como La Favorita, que son más glamurosos pero ninguno cuenta con los artistas con los que podemos contar nosotros».

El imán para atraer a las figuras es su socio, Luciano Miotto, barítono ítalo-argentino con experiencia en los escenarios de medio mundo (lo último, dar vida al Leporello de Mozart en Copenhague), que no ha dudado en comprometer a algunos compañeros de fatigas. «Contamos con un elenco espectacular como la pianista Silvia Mkrtchian o el tenor Rafael Dicenta, entre otros, porque entendemos que el único espectáculo lírico, fuera de la temporada de ópera, de una ciudad como Sevilla tiene que tener un nivel». La capital de Andalucía, en efecto, ha servido como inspiración a algunos de los más célebres compositores. «En Sevilla se han fijado Rossini –Il barbiere si Siviglia–, Mozart –Don Giovanni–, Beethoven –Fidelio– o Bizet –Carmen–. Es una de las ciudades operísticas por antonomasia pero la iniciativa impulsada en su día por el Ayuntamiento para ponerla en el calendario de las grandes óperas internacionales se quedó en la colocación de cuatro piedras en el suelo», se lamenta Oliva. Sin embargo, el promotor está convencido de que «hay un público autóctono que demanda más espectáculos líricos y también muchos visitantes que quieren salirse del circuito habitual de flamenco y sangría para sus noches en Sevilla».

Dicho y hecho, la liberación de un local «con una acústica excelente» en el Mercado de Entradores, el meeting point de todos los gourmets que se acercan a la capital hispalense, precipitó en mayo la apertura de Sevilla de Ópera, un restaurante con capacidad para 150 plazas en el que los comensales se avituallan antes del comienzo del espectáculo y en la pausa entre los dos pases, ya que «es imposible cantar entre el ruido que hacen los cubiertos al chocar con los platos». En total, la velada se prolonga durante dos horas y media. «Aunque la idea era abrir a diario, por el momento nos limitamos a los fines de semana porque es cierto que a la apertura le ha faltado algo de promoción». Hay tres tipos de entradas: para quienes sólo deseen tomar una copa, para quienes acompañen el espectáculo con unas tapas y para quienes quieran zamparse una cena de tres platos, como Dios manda.

En Sevilla de Ópera se pueden escuchar, principalmente, las principales arias de las obras relacionadas con Sevilla, aunque sus promotores también ponen el local a disposición de «todas las instituciones que pretendan hacer cualquier tipo de espectáculo o audición. Un piano como el que tenemos aquí y esta acústica no se encuentran fácilmente y es una pena que se reduzca su utilización a nuestros espectáculos». Además de estas cenas líricas, Paco Oliva también organiza otras veladas más ligeras, «con piezas de zarzuela u otros géneros que es complicado escuchar normalmente en Sevilla y que también tienen su público». Y aunque La Traviata no trata ni mucho menos un tema andaluz, el marco se presta para un brindis por el éxito de este original proyecto. «Libiamo nei lieti calici».

 

Paco Oliva de la Vega
–¿Se puede vivir de la ópera sin salir de Andalucía?
–No voy a negar que ésta es una tierra complicada para todo lo que signifique cultura pero también hay un enorme potencial porque a los andaluces nos gusta lo nuestro y la lírica ha recurrido a menudo a Andalucía para construir sus historias.

–¿No es un poco osado emprender un negocio en estos tiempos?
–El turismo es el único sector que crece, al menos en la ciudad de Sevilla. Los vuelos baratos han animado a muchos visitantes a venir, a pernoctar en la ciudad y, por tanto, a necesitar distintas ofertas de ocio para distraerse durante sus vacaciones.

 

Un barrio muy operístico
«En el Arenal se ubica el Teatro de la Maestranza y ha servido como marco para algunas composiciones líricas»

Si hay una zona adecuada para la ópera, es el barrio del Arenal, donde se encuentran el teatro de la La Maestranza y la plaza de toros homónima. Está a tiro de piedra de míticos escenarios líricos como la fábrica de tabacos o la Iglesia de la Caridad, memorial de Miguel de Mañara, el inspirador de Don Juan.