Actualidad
El déficit de 2011 habría pagado el paro de tres años
Los 91.344 millones de números rojos cubrirían el 81,4% de las pensiones. La desviación de las cifras de Salgado, 26.941 millones, es el 75% de los PGE
MADRID- Tener unas cuentas públicas saneadas o, lo que es igual, no gastar nunca más de los que se ingresa es algo más que una cifra de cuatro o de cinco dígitos. La economía española cerró el pasado año con un déficit del 8,51% del PIB, de acuerdo con el avance de datos hecho público por el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro, el pasado lunes, lo que equivale a decir que gastó de más 91.344 millones de euros, 26.941 millones por encima de lo presupuestado por el último Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
¿Es mucho? En términos de PIB no lo parece. Se enmascara. El Producto Interior Bruto, el valor de los bienes y servicios que produce o presta España a precios de mercado, llegó el pasado año a 1.073.383 millones de euros, es decir, 1,073 billones. Si la comparación se realiza sobre cifras algo más de andar por casa, con el déficit de las administraciones públicas del pasado año se podrían pagar, por ejemplo, los intereses de la deuda española hasta julio de 2015 (los próximos 3,3 años) siempre y cuando ésta permaneciera estable en los actuales niveles. O pagar las prestaciones por desempleo de los próximos tres años, teniendo en cuenta que el PSOE presupuestó para 2011 un total de 30.474 millones de euros, que, obviamente, no se han cumplido.
La mayor «empresa» del Ibex
A cierre de la sesión de ayer, las 35 empresas que conforman el Ibex valían en el mercado 323.513 millones de euros. Con los números rojos de 2011 se podría comprar el 28,23% de las 35 mayores empresas españolas. El déficit sería la «sociedad» con mayor capitalización del mercado, 91.344 millones, frente a los 58.465 millones de Telefónica, los 56.522 millones de Banco Santander o los 43.204 millones de Inditex.
¿Dónde ha estado el error de cálculo? A falta de que el Gobierno dé a conocer los datos pormenorizados definitivos del ejercicio, Elena Salgado, la última ministra de Economía y Hacienda de Zapatero, fue demasiado optimista en los ingresos a la hora de hacer los Presupuestos Generales del Estado, que cifró, tras la cesión a los entes territoriales, en 106.020 millones de euros.
Con las cifras acumuladas de los once primeros meses del año, los porcentajes le han quitado los argumentos a la vicepresidenta. Los descensos en la recaudación del Estado por los distintos impuestos entre enero y noviembre van desde el 42,2% del impuesto que grava el consumo de bebidas alcohólicas o el 40,3% de gasolinas o gasóleos, al 11,4% del impuesto sobre sociedades, el 13,5% del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) o el 30,1% del IVA. Con esos desplomes se antoja difícil pensar que en diciembre, aunque sea el mes de mayor consumo del año, se puedan corregir semejantes desviaciones.
Estado y autonomías
En sus previsiones, presentadas en septiembre de 2010 como exige la Constitución, el Ministerio de Economía y Hacienda había fijado un déficit global de las administraciones públicas del 6%, 3,3 puntos porcentuales inferior al acumulado en 2010. La mayor parte del sacrificio correspondería a la administración central y a las autonómicas. Salgado contaba además con que la Seguridad Social no sólo seguiría teniendo números negros, sino que los incrementaría. Nada de eso se ha cumplido a la postre.
El Estado ha cerrado con un déficit del 5,10%, tres décimas por encima de lo previsto; las comunidades autónomas han más que duplicado el suyo, pasando del 1,30% del PIB presupuestado al 2,94%. Ayuntamientos y diputaciones han salvado el tipo (apenas 8 centésimas de desviación) y la Seguridad Social ha entrado en pérdidas. De nueve centésimas de PIB, 966 millones de euros, pero que parecen una seria advertencia sobre el futuro de Estado del Bienestar.
Al final, las previsiones de Elena Salgado se han desviado en nada menos que 26.941 millones de euros, un 2,51% del PIB, con los que se podría haber pagado casi el servicio de la deuda pública de 2011 (27.400 millones de euros) o hacer otros dos Plan E, que entre 2009 y 2010 requirieron aportaciones de 13.000 millones.
El objetivo para el presente ejercicio, mientras Bruselas no diga lo contrario, es bajar el déficit al 4,4% del PIB. Un porcentaje que en las actuales condiciones de la economía española parece una quimera. La economía nacional se va a contraer el próximo año entre un 1% y un 1,7%. Curiosamente, las previsiones de la Comisión Europea, las más optimistas, y del Fondo Monetario Internacional, las más negativas.
España ha anunciado ya un ajuste de 15.000 millones de euros nada más tomar posesión el nuevo Gobierno. Si Europa no da una tregua a los países que están haciendo sus deberes, la economía española tiene que «sacar» de recortes o ingresos adicionales (impuestos) algo más de 44.000 millones de euros y eso equivale al 39,2% del pago de todas las pensiones.
Apretarse el cinturón
A los españoles no les va a quedar otro remedio que seguir apretándose el cinturón en los dos próximos años. Las previsiones de los principales organismos internacionales prevén que en 2013 la economía española salga de la recesión, pero con un crecimiento muy moderado, que apenas dará para crear empleo. Pensiones y desempleo absorberán todavía más recursos.
✕
Accede a tu cuenta para comentar