Asturias
Rajoy lleva a toda su cúpula a la Misa del Peregrino
La dirección del Partido Popular, encabezada por su presidente, Mariano Rajoy, comenzará hoy en Toledo su habitual «retiro» de trabajo previo al inicio del curso político, donde se abordará la estrategia que desarrollarán los populares.
Un año más Mariano Rajoy inaugura el curso político con un «retiro» estratégico de dos días, esta vez en el Parador de Toledo, con su «núcleo duro» y con su gurú, el sociólogo Pedro Arriola, que en la mañana de ayer dedicó a la dirección popular un exhaustivo análisis demoscópico sobre la optimista previsión de que el PP está ya a más de diez puntos del PSOE. Por la tarde el debate se concentró en perfilar la estrategia a medio plazo para multiplicar el acoso a un desgastado Zapatero. Tres principales asuntos sobre la mesa: Presupuestos, huelga general y elecciones en Cataluña. Para estas últimas el PP ha preparado una intensa campaña de movilización entre los emigrantes catalanes y ha programado hasta 52 actos en sus delegaciones extranjeras. Dentro de la consigna de la máxima reserva que marcó el cónclave, Rajoy excluyó ayer cuestiones internas pendientes o delicadas. Cierto es que el PP atraviesa su momento más sereno desde que él cogió las riendas del partido en 2004, hasta el punto de que puede decirse que es una balsa de aceite frente a las etapas convulsas del pasado.
Pero aún así la dirección popular tiene asignaturas pendientes como despejar el mapa electoral –Asturias, Navarra y oficializar la anunciada, de palabra, nominación de Francisco Camps en Valencia–, y algún fleco del «caso Gürtel» también con derivas electorales, como la situación de suspensión de militancia de Manuel Cobo, vicealcalde de Madrid, y del que se da por hecho que repetirá en la lista de Alberto Ruiz Gallardón, y de Ricardo Costa, ex secretario general del PP valenciano y hombre de confianza de Camps. La previsión es que hoy sí marquen el calendario de designación de los candidatos autonómicos y municipales, sin entrar en nombres.
Con el aliento del optimismo desbordado de las encuestas, Rajoy reforzará en este nuevo curso político su ofensiva en el Parlamento para sacar partido de la debilidad de Zapatero y, por supuesto, de la complicada negociación presupuestaria a la que tiene que enfrentarse el Gobierno en los próximos meses. El PP ha acordado salvar de la quema el acuerdo con el PSE y al propio Patxi López y dirigir todos sus recursos a dar cuerpo al mantra de que la debilidad de Rodríguez Zapatero es tal que se ha convertido en una amenaza hasta para la normalización en el País Vasco. Sobre el tablero estratégico del PP también están ETA y el clima de final de la violencia que se alienta desde el propio Gobierno. Su respuesta seguirá pivotando sobre una posición de prudencia preventiva y un reparto de papeles, en el que Jaime Mayor continuará haciendo de «casandra» de la negociación que asegura que está en marcha.
En este arranque de temporada, el segundo movimiento político de alcance por parte de Rajoy tendrá lugar en Galicia. El líder del PP ha convocado el lunes en Santiago a su Comité Ejecutivo en pleno y, además de la reunión interna de rigor, la plana mayor hará una ofrenda al apóstol Santiago y asistirá a la misa del Peregrino.
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