Sevilla
Clases dentro de una central eléctrica
Durante el curso escolar 2010-2011, casi 13.000 alumnos se han «colado» en las instalaciones de Endesa para aprender, in situ, los entresijos de la generación y el consumo energético
Las vacaciones escolares están a punto de llegar. Y después de muchos exámenes y largas jornadas en la biblioteca, hay aprendizajes que, probablemente, se queden en el olvido. Sin embargo, otros pasarán a almacenarse en el baúl de las cosas útiles, esas que sirven para toda la vida, como las buenas costumbres medioambientales y el ahorro energético. Es el caso de los casi 13.000 alumnos que, de la mano de la iniciativa Endesa Educa, han cambiado durante algunas horas de este curso escolar sus aulas habituales por las instalaciones de una central eléctrica de Endesa para ver y comprender, in situ, los entresijos del complejo mundo de la energía.
Aunque pueda sonar a asignatura aburrida, «colarse» en el corazón de una central térmica, contemplar a un palmo una turbina de ciclo combinado o percibir la incesante actividad de un centro de control es la manera más divertida de estudiar la lección. «En concreto, los chicos aprenden de manera sencilla y entretenida el camino de la electricidad, desde su producción hasta su consumo doméstico, enfatizando especialmente en temas de ahorro energético y seguridad», explican fuentes de Endesa Educa.
El secreto está en el carácter innovador de la iniciativa, ya que, además de las actividades realizadas en las instalaciones de la compañía eléctrica, el programa ofrece numerosos juegos virtuales y recursos interactivos descargables a través de la página web www.endesaeduca.com. «Los alumnos realizan un trabajo previo a su visita a través de internet. Una vez en las instalaciones, hay un recorrido marcado con paneles informativos, pero también con ejemplos y ejercicios prácticos en los que los estudiantes experimentan con los usos de la electricidad y comprueban, por ejemplo, qué electrodoméstico casero consume más», afirman los responsables del proyecto, quienes trabajan para incorporar nuevas áreas de visita, como el centro de control de Sevilla, la central de ciclo combinado de Ibiza o la central térmica de Carboneras, en Almería.
«Lo más positivo es la implicación que se consigue de los chicos, pues los conocimientos aprendidos son útiles en su día a día y ellos mismos se convierten en embajadores de la sostenibilidad energética en su entorno familiar», asegura Tania Noguerol, profesora del Colegio Virolai de Barcelona, quien recomienda extender la experiencia al mayor número de alumnos posibles.
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