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La burbuja de los 5000 millones

El Gobierno reconoció ayer que 752 corresponden a las cuentas pendientes con la Agencia Tributaria 

La burbuja de los 5000 millones
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MADRID- Cuando el Atlético de Madrid recibió los 25 millones que el Manchester United pagó por De Gea, las cuentas del club no mejoraron. Ese dinero estaba destinado a pagar deudas, en su mayoría con los futbolistas del primer equipo. Tampoco fueron mucho más provechosos los 56 que pagó el Manchester City por Agüero. 15 de esos millones estaban destinados a Hacienda. Desde que el club fue intervenido judicialmente en la temporada 1999/2000, llegó a un acuerdo para liquidar su deuda con la Agencia Tributaria. En principio, el Estado recibía la mitad de los ingresos por traspaso del Atlético de Madrid. Por ejemplo, de los 36 millones de euros que el Liverpool abonó por Fernando Torres, sólo 18 llegaron al Vicente Calderón. Desde hace dos años, cambiaron las condiciones del acuerdo y el club se comprometió a hacer un pago anual de 15 millones de euros con vencimiento en septiembre. Los ingresos por traspaso siempre se pueden maquillar y 15 millones son siempre 15 millones.

Pero el Atlético, acostumbrado a ser cuestionado por su rigor económico, no es una excepción. Sólo así se explica que las deudas del fútbol español alcancen algo más de 4.000 millones de euros, según un informe que publicará el 31de marzo José María Gay de Liébana, profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona. Según el estudio de este profesor, uno de los mayores expertos en la situación financiera del fútbol español, 3.525 millones corresponden a la Primera División y 556 a la Segunda. Si se suman las deudas de Segunda B y Tercera División, el fútbol español debe en torno a los 5.000 millones de euros.

El Gobierno reconoció ayer en respuesta escrita a una pregunta de la portavoz de Izquierda Unida en el Congreso que los clubes deben 752 millones de euros a Hacienda. «En poco menos de cuatro años la deuda de estas entidades con la Hacienda Pública ha subido en casi 150 millones», asegura un comunicado emitido por Izquierda Unida. «Aquí no queda reflejado todo el dinero que los clubes profesionales deben a la Administración General del Estado, ya que a las deudas con la Agencia Tributaria hay que sumar las existentes con la Seguridad Social y el Gobierno nunca ha facilitado estos últimos datos», añade. Las deudas con la Seguridad Social se estiman en unos 600 millones de euros.

«Los clubes son contribuyentes como cualquier otro, están sujetos a recargos y aplazamientos. Hacienda siempre les ha reclamado sus deudas, pero el problema no es la deuda con Hacienda, es la deuda global», asegura Fernando García Abásolo, consejero del Atlético de Madrid y, durante años, vicepresidente económico de la entidad. «Y mientras no controlen la relación entre ingresos y gastos, los clubes están condenados a sobreendeudarse». Una dinámica que, en opinión de García Abásolo, nace de las diferencias de reparto en los derechos televisivos. «En Inglaterra, el Manchester United gana 70 u 80millones y el que menos, recibe 30 millones. Aquí, Madrid y Barcelona pueden llegar a percibir 140 millones y otros equipos, 12», afirma. El mismo Atlético de Madrid, considerado el tercer club de España por impacto televisivo, ingresa apenas 30 millones de euros.

Esa distancia hace que las diferencias se multipliquen también en otros apartados. El Real Madrid y el Barcelona se reparten los títulos y la presencia en los medios. Por eso, los patrocinadores también consideran más rentable invertir en ellos. «Hay patrocinadores que prefieren ser el tercero del Madrid o el Barça que el primero de otro club», afirma el consejero del Atlético. Y el resto de clubes se ven obligados a exprimirse para competir. Los salarios y los traspasos de los futbolistas se inflan y se convierten en los responsables de la situación. Aunque eso no significa que los culpables sean los futbolistas o sus agentes. «Ellos sólo se aprovechan de la oferta y la demanda. El autocontrol no existe, es preocupante la falta de rigor a la hora de gestionar los clubes», advierte García Abásolo.

La Liga de Fútbol Profesional ya propuso limitar el porcentaje de los presupuestos de los clubes destinados a sueldos de sus futbolistas. pero los clubes no aceptaron. Alemania ya lo hace. A principios de siglo, sus clubes «pagaron» la quiebra de Kirch, propietaria de los derechos de televisión. Tuvieron que redimensionar su Liga, vender estrellas y perder competitividad en Europa. Pero ahora, sólo la Premier supera a la Bundesliga en facturación y el alemán es el campeonato más saneado y con más espectadores. Si en España no se sigue el ejemplo, «el fútbol es capaz de explotar, como sucedió con la burbuja inmobiliaria, y se lo tendría bien merecido», asume García Abásolo.