Barça-Sevilla: un título y mil enigmas

En el caso azulgrana, claramente marcado por una cuestionable planificación de la pretemporada por parte de Pep Guardiola; en el nervionense, por la marejada que azotó al equipo en Braga, de donde regresó con la «Champions» en peligro y un rebelde, Squillaci, amotinado. En cualquier caso, el resultado de la ida –3-1 favorable a los sevillistas– y la irrupción de los campeones del mundo barcelonistas garantizan diversión en pleno agosto.

Precisamente por la fecha en la que nos encontramos, rodean excesivas incógnitas a ambos equipos. Misterios que el circunspecto Guardiola, lejos de aclarar, alimenta en Can Barça. «Quedan diez días para el cierre del mercado y si hay posibilidad, ficharemos. Puede que venga o puede que no», dice Pep, que sólo cuenta con 19 profesionales y, sin embargo, proclama que tiene «más que suficiente» para toda la temporada con el respaldo de la cantera.

Con los ocho campeones del mundo todo se ve distinto... desde fuera. Guardiola recuerda que «no llevan ni dos semanas de preparación y necesitan un poco más». Quizá por ello mantiene en la convocatoria a los filiales Thiago y Jonathan. Nada que ver, por supuesto, con la osadía mostrada en Sevilla y que aún ayer tenía que explicar. «Decidí darles más vacaciones porque se lo merecían», comentó sobre los internacionales españoles, a los que irá dando minutos progresivamente, pues «no están para noventa minutos». Ni siquiera asegura el debut de Villa, aunque se da por hecho que será uno de los mundialistas que refuercen cada línea de juego. Está por ver aún si el valencianista formará pareja con Ibrahimovic. El futuro del sueco es tabú para Pep. «Por el bien de todos es mejor que esté callado. Está aquí... Es jugador del Barça», repite más hermético que nunca.

Las dudas que en el Sevilla genera la cita crucial del martes con la Liga de Campeones las disipa Del Nido. Dos Copas de la UEFA, dos Copas del Rey, una Supercopa de España y otra de Europa, dos trofeos al Mejor Equipo del Mundo y una camiseta mundialista de Jesús Navas adornan el despacho del presidente en el Sánchez Piz- juán. Más que suficiente para hacer recapacitar a Antonio Álvarez. «Llevamos dos goles de ventaja y vamos a Barcelona a competir y traernos la Supercopa. No sólo vamos a mirar el tema económico, también el deportivo», comentó el técnico antes de partir con todos los jugadores a la Ciudad Condal. Entre ellos estaba Squillaci, el futbolista que se negó a jugar en Braga para no ver frustrado su pase al Arsenal. El Sevilla rechazó la oferta y espera que Wenger llegue a los seis millones fijos por el francés, que ya no cuenta para el técnico. «Estoy al tanto de todo y Squillaci no va a jugar», dijo.

El Sevilla, que ya ganó la Supercopa de Europa al Barça en 2006, espera resistir el acoso y levantar su segundo título en el Camp Nou en menos de tres meses.