Ofensiva del PP para desdibujar las «embajadas»

BARCELONA- Las «embajadas» catalanas son un motivo recurrente de disputa en la política de Cataluña. Los recortes de la Generalitat están a la orden del día y la mera existencia de estas oficinas, pese a algunos retoques y el presumible cierre de la delegación en Buenos Aires, se antoja como un gasto innecesario para las arcas públicas. Por ello, el PP anunció ayer que volverá a la carga y forzará una votación en el pleno de los presupuestos. La moción que presentarán los populares exigirá a la Generalitat que reoriente la actividad de estas delegaciones e incluso a cerrarlas. No en vano, uno de los requisitos que el PP puso encima de la mesa para apoyar los presupuestos catalanes fue modificar la función de las «embajadas».

En vistas de la negociación de las cuentas para 2012, el PP ha subrayado en los últimos meses la necesidad de que CiU cumpla con los compromisos adquiridos en el ejercicio anterior. «Sería imposible sentarse a negociar unas cuentas con un Gobierno autonómico que no generase la confianza suficiente», remachó el portavoz popular, Enric Millo, esta semana después de que el conseller de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell, presentase en el Parlament el proyecto de presupuestos para 2012.

Primer pleno del curso
Por ello, al hacer coincidir la votación de esta propuesta con el debate sobre la admisión a trámite de las cuentas ,en el pleno del 18 de enero, el primero del curso, los populares podrían obligar a CiU a respaldar alguno de los puntos de la moción para que el debate presupuestario siguiese su curso. En 2011, los presupuestos de la Generalitat salieron adelante gracias a la abstención de los 18 diputados populares. No obstante, para los presupuestos de 2012, tanto PSC como CiU han mostrado su predisposición a participar en las negociaciones.

Actualmente, la Generalitat cuenta con delegaciones en París, Londres, Bruselas, Berlín, Nueva York y Buenos Aires. Sólo la oficina de Manhattan supone cada año 330.000 euros por el alquiler y el mantenimiento y la de París, 399.000 euros. Además, la administración catalana cuenta con 27 agencias comerciales distribuidas por todo el mundo que dependen de la conselleria de Empresa. La Generalitat destinará en 2012 26,9 millones de euros a su política exterior.

La administración catalana, en cualquier caso, ya está trabajando para aprobar un plan de reestructuración de su red internacional. Sin embargo, la moción de los populares, según Ep, no reclama directamente clausurar alguna de las delegaciones con las que cuenta actualmente la Generalitat, y se limita a plantear la «reconversión o cierre, si corresponde». De este modo, las «embajadas» pasarían a dedicarse a cuestiones meramente comerciales, y no identitarias, y tendrían que funcionar perfectamente coordinadas con las embajadas españolas

Con esta batería de medidas, los populares pretenden vaciar de contenido político estas delegaciones, consolidadas durante la vicepresidencia del republicano Josep Lluís Carod-Rovira, y ceñirlas al ámbito de promoción e internacionalización de la economía catalana.