Invertir los papeles

Han sido parte del problema, y, sin corregir sus planteamientos y errores, pretenden invertir los papeles: controlar a los poderes públicos, en lugar de ser reguladas por ellos.
Las agencias de calificación de riesgos no han asumido su responsabilidad en el desastre económico que avalaron. Aplicaron dogmas y modas económicas en boga permitiendo, sin levantar su voz, amplísimos y peligrosos endeudamientos, irracionales concentraciones de riesgo, así como, el escandaloso enriquecimiento especulativo de unos pocos. Ahora, sus errores los pagamos todos.
Son las mismas agencias que, de forma airada y alarmante, castigan a países y economías, valorándolos negativamente, si no aplican sus viejos, ineficientes y antisociales criterios. Aquellos que preconizan como solución una brutal reducción del gasto público y de las políticas estimuladores de la creación de empleo, que agravan la recesión económica y su más grave consecuencia, el paro.
No satisfechas con ello, recientemente han dado el salto de la economía a la política, invirtiendo los papeles, amenazan económicamente a los belgas si no resuelven los problemas políticos, generados por los resultados de unas elecciones democráticas.
Si nos quieren gobernar, que se vayan a las elecciones. Ya veremos si salen elegidas.