Ciudad del Vaticano

Las negociaciones con los «lefebvrianos» entran en punto muerto

Los tradicionalistas se niegan a aceptar el Concilio Vaticano II, lo que impide la reconciliación con Roma.

Las negociaciones con los «lefebvrianos» entran en punto muerto
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Parece cada vez más lejana la vuelta a la plena comunión con la sede apostólica de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), fundada por el arzobispo cismático francés Marcel Lefebvre en 1970. Tras reunirse en capítulo general, los tradicionalistas han emitido un comunicado en el que piden la continuación de las conversaciones con la Santa Sede pero vuelven a criticar al Concilio Vaticano II, cuya plena aceptación exige Roma para normalizar su situación canónica. Los "lefebvrianos"censuran en su texto las innovaciones conciliares, "que permanecen manchadas de errores". Las reformas introducidas en aquella asamblea, de cuyo inicio se cumple este año medio siglo, son el nudo gordiano de la fractura: si los seguidores de Lefebvre no comulgan con el Vaticano II la reconciliación será imposible.

 La FSSPX dice que ha establecido las "necesarias condiciones"para su vuelta a Roma, lo que hace pensar que se ha superado la fractura interna existente entre los que aspiran al entendimiento con la sede apostólica y los que prefieren seguir su camino en solitario. En caso de que se produzca el anhelado final feliz en las negociaciones entre el Vaticano y los tradicionalistas, éstos convocarán un capítulo extraordinario para tratar esta cuestión. La plena integración en el catolicismo de los cuatro obispos y más de 500 sacerdotes de la Fraternidad vendría con la erección de una prelatura personal, una figura canónica que les permitiría mantener su historia y particularidades. Esta fórmula ya la utiliza el Opus Dei y los anglicanos que han vuelto a la comunión con la Santa Sede.

 El Vaticano no considera el comunicado de los "lefebvrianos"una respuesta oficial al Preámbulo doctrinal, donde se detallan las condiciones para obtener la normalización canónica. Este documento fue entregado el pasado septiembre al obispo Bernard Fellay, superior general de la FSSPX, por el cardenal William Levada, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y presidente de la Comisión Pontifica "Ecclesia Dei", el organismo vaticano que negocia con los tradicionalistas.

 En una nota publicada el jueves, la Santa Sede consideró que el comunicado de los "lefebvrianos"era un "documento interno"e indicó que está a la espera de su respuesta para continuar las conversaciones. Éstas iniciaron hace tres años después de que Benedicto XVI permitiese la celebración de la misa según el rito tridentino (el utilizado por los "lefebvrianos") y de que levantase la excomunión a los cuatro prelados ordenados ilícitamente por Lefebvre en 1988.