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Cosas de la Justicia

La Razón
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La sesión de ayer en el juicio contra el ex presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y Ricardo Costa bastaría para que la Fiscalía retirara la acusación. La declaración del policía que elaboró el primer informe para el juez Baltasar Garzón en relación a este asunto es taxativo en favor de los acusados. Así lo evidencia el hecho de que el informe policial se sustente en un frase de Isabel Jordán («...serán para Camps») cuando ésta ya la desmintió en su comparecencia. Como curiosa es la memoria selectiva del declarante al acordarse de unas grabaciones, pero no de otras como la de Álvaro Pérez «el Bigotes» al señalar «al curita no le hemos pagado nada». Qué decir de lo que le costó reconocer que trabajaba en la misma Comisaría con la mujer del sastre, José Tomás, u olvidar que éste cambió la declaración ante Garzón al tener conocimiento de la querella de su jefe, Eduardo Hinojosa.
La comparecencia del policía desmontó el origen de todo el proceso y las imputaciones contra Camps y Costa. No fue capaz de mantener sus acusaciones ni de demostrar que las prendas (chaqueta fantasía, zapatos de piel de potro....) de las que hablaba en su primer informe (febrero/2009) hayan sido pagadas por terceros.
La situación de Camps no tiene sentido en un Estado de Derecho donde, al imperar la presunción de inocencia, hay que demostrar la culpabilidad. Más aún cuando es evidente la desproporcionalidad entre el vilipendio padecido y la vara aplicada, por poner un ejemplo, a Manuel Chaves en Andalucía, donde están en juego centenares de millones de euros del erario y la Fiscalía no vio causa suficiente para plantear una acusación ni abrir un proceso. Así es la vida.