Una lección para el PSOE por Sergio ALONSO

Además de la pésima gestión de la crisis económica que ha realizado desde el Gobierno, el PSOE debería atribuir también gran parte de su debacle en las pasadas elecciones autonómicas y municipales a muchos de los mensajes rancios, caducos y trasnochados que ha ido lanzando en la campaña y en los meses anteriores a la misma para atacar con ellos al PP. La Sanidad es un muestra y el caso de Tomás Gómez, el hombre que ha hecho bueno a Simancas, es el paradigma perfecto. Porque si los socialistas han difundido allá donde han podido la proclama fácil y vacua de la privatización y del copago, en Madrid se han desgañitado con especial saña con el manido aserto, obteniendo a cambio los peores resultados de su historia. Lejos de aprender de los errores de su antecesor al frente de la convulsa Federación Socialista Madrileña, el ex alcalde de Parla ha repetido machaconamente la soflama de la desmantelación del sistema sanitario público en una comunidad que, si en algo ha destacado precisamente sobre las demás, es en la remodelación de ese sistema para que no quedase anquilosado por la burocracia y el paso de los años. Los resultados en las urnas demuestran que el elector discierne por sí mismo qué se ha hecho y qué no, y que entendió pronto que detrás de las palabras de Gómez no había más que un burdo y aburrido intento de manipulación. El fracaso del líder socialista, que está en el punto de mira de su propio partido, debe llevar al PSOE a replantearse su estrategia sanitaria en todas aquellas autonomías en las que pase a la oposición. Seguro que si denuncia las anomalías y el mal funcionamiento de algunos hospitales y servicios obtendrá mayores réditos que con un latiguillo fácil que no interesa nada a los posibles votantes.