Satisfacción en Murcia por el Plan Hidrológico Nacional

Murcia- El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, anunció ayer en el Congreso de los Diputados el establecimiento de un «nuevo Plan Hidrológico del Agua» que garantice el suministro de agua en «calidad y cantidad suficiente», de manera «integral y solidaria» en todo el territorio nacional. En ese sentido, agregó que se revisarán los planes de cuenca (que debían estar concluidos y presentados a la Unión Europea antes de finales de 2009) con el objetivo de que se concluyan «antes de finalizar 2013».

Concretamente, subrayó que las competencias en materia de agua son «propias» del Estado y del Ministerio, y prometió que se fortalecerán dichas competencias, como el ejercicio de la competencia en materia del dominio público hidráulico. El ministro incidió en que se avanzará en una mejor coordinación en la toma de decisiones en el tema de agua entre las confederaciones hidrográficas, las sociedades estatales de agua y la Dirección General del Agua, que «liderará» dicha coordinación. En este ámbito, anunció que se tratará de alcanzar un nuevo programa nacional de inversiones y actuaciones que hará efectivo el nuevo Pacto Nacional del Agua que anunció.

En el ámbito murciano, el presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, expresó ayer su satisfacción porque el ministro de Agricultura «tiene un plan muy definido, muy claro y muy concreto» en materia de agua, por lo que, según dijo, «hay razones suficientes para estar contentos ya que hasta ahora, y durante ocho años, hemos tenido el discurso de la negativa, donde nadie ha aportado una solución concreta y factible al problema del agua en España». El jefe del Ejecutivo murciano realizó estas declaraciones a preguntas de los periodistas sobre el anuncio realizado por el ministro Cañete, de que el Ministerio va a abordar el Pacto Nacional del Agua que se plasmará en un nuevo Plan Hidrológico Nacional, con el fin de garantizar el suministro de agua en calidad y cantidad de manera solidaria y abogó por los trasvases de aguas excedentarias. «Es muy bueno que un Gobierno hable de algo definido, que hable de una política clara, que se diga qué es lo que se quiere y qué es lo que no gusta», subrayó Valcárcel, quien añadió que «es bueno que hable de todas esas cosas que hasta ahora no se habían dicho, excepto ‘no, no y no' a todo lo que se planteara por parte de la Región de Murcia».

«Esto es lo que queríamos oír, es decir, el concepto de una política que no tiene por qué perjudicar a nadie, que no tiene por qué enfrentar a una región contra otra, sino que simplemente es una política válida para los intereses de todos los españoles entre los cuales nos encontramos los murcianos. Beneficia al interés general de España que es lo que a mí me interesa, más aún que al interés particular de la Región de Murcia».

Para Valcárcel, el «Programa Agua» del anterior Gobierno socialista «no era, ni mucho menos, lo que la Región de Murcia necesitaba debido a que ésta es una región agrícola y con una agricultura no subvencionada». En este sentido, y a preguntas de los periodistas sobre la desalinización, el presidente indicó que «es parte de la solución al problema pero no es el todo de la solución al problema, no es la solución definitiva» porque, dijo, «con una agricultura tan competitiva como la nuestra no podríamos hacer frente a los precios».

Otro aspecto que se ponderó dentro del ámbito regional fue que la idea planteada por Cañete aportaba una solución para el conjunto nacional, una de las premisas que siempre defendió el presidente Valcárcel cuando se refería a la idoneidad de realizar un plan hidrológico para poner fin a los problemas hídricos de España. Dentro de otro ámbito, en el encuentro que mantuvo el titular de Agricultura con la directiva de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes de España (Fenacore) el sentir generalizado fue el de la satisfacción por comprobar como la intención directa del actual Gobierno es la de poner todas las vías que estén a su alcance para dar solución a una problemática que llevaba a compartiotas a tener que disputar por un bien inexcusable como es el agua.

Dentro del encuentro con Fenacore, Cañete mantuvo también un contacto con el presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) quien defendió la postura del Gobierno que marca el año próximo como la fecha prevista para que el proyecto se encuentre perfilado. De esta manera, el ministro atendió la demanda que le solicitaba el propio Claver anteayer después de entrevistarse con Valcárcel y donde pidió que la infraestructura se encontrara en disposición de ser ejecutada antes de que finalizara la presente legislatura. Aún así, Cañete también expuso que previamente a la aprobación definitiva del proyecto, tienen que ser aprobados los planes hidrológicos de cuenca.

Dentro de una valoración general, Claver se mostró muy satisfecho con la propuesta realizada por Cañete, pero advertía de que la viabilidad del proyecto esbozada radicará en el coste hipotécico que tendrá el agua para su uso en regadíos, ya que de no ser «asumible» el presidente de Scrats determinó que la problemática seguirá vigente debido a que plantearía el mismo impedimento que el agua procedente de la desalinización, su elevado coste para el regante.

No obstante, Claver declaró que «la música nos ha encantado, ahora toca poner una buena letra». Por lo que el anuncio dentro del seno de los regantes fue acogido con esperanza, a la espera de que los pasos futuros que se den sean en la dirección correcta para que la opción no pierda viabilidad en un futuro.

Además, dentro del PP regional, el vicepresidente primero de la Asamblea, Alberto Garre, declaró a LA RAZÓN que la medida dada a conocer por Cañete significa «el cumplimiento de un compromiso electoral» que se debe ejecutar desde el consenso nacional para evitar que se «derogue en el futuro como sucedió con el trasvase del Ebro». Asimismo, explicó que el futuro plan supone el cumplimiento con el artículo 2 de la Constitución que recoge la solidaridad interterritorial en España.