Independencia de Reino Unido
El nacionalismo escocés barre y plantea la independencia
El primer ministro escocés, Alex Salmond, se relamía ayer los dedos mientras terminaban el recuento electoral.
LONDRES- Sabía que podía lograr su sueño y las papeletas finalmente lo confirmaron: el Partido Nacionalista Escocés (SNP) se hacía con la mayoría absoluta. Era la primera vez que una fuerza política conseguía el logro desde que se constituyó la Asamblea escocesa en el año 1999.
Con todos los votos escrutados, los nacionalistas tenían 68 escaños (ganaban 26), los laboristas, 34 (perdían 10); los conservadores, 14 (perdían 5); y los liberales 5 (perdían 11), mientras que otros dos escaños iban a otras formaciones.
Escocia siempre había sido el bastión laboristas, pero un Salmond nada tímido y con desparpajo ante las cámaras les arrebató el timón en 2007 con claras pretensiones independentistas.
En un principio los laboristas se lo pusieron difícil llegándole a sacar varios puntos de ventajas en los sondeos. Pero las semanas previas a la votación, Salmond cambió por completo el escenario dejando al laborista escocés Iain Gray en casi un tercer plano.
El ex maestro de escuela no estuvo lúcido durante la campaña y los debates de televisión terminaron comiéndole. Es muy posible que abandone su puesto en otoño aunque haya prometido trabajar con el nuevo Gobierno para «crear empleo y combatir el paro». Los liberaldemócratas sufrieron un verdadero descalabro como castigo por su vínculo con los conservadores en el Gobierno central.Con Salmond como primer ministro escocés, queda ahora saber cuál será el futuro del país. Con los escaños suficientes en el Parlamento ya se podría sacar sin problemas su ansiado referéndum.
La idea de la independencia abogada por el SNP pasa por tener todas las competencias de Gobierno y controlar sus recursos económicos, pero aún bajo el reinado de Isabel II. Con todo, Salmond va con pies de plomo y quiere evitar convertirse en la próximo Islandia o Irlanda, con un sistema bancario sobredimensionado y un peligroso aislamiento internacional.
Sus aliados le animan a convocarlo cuanto antes, pero parece que él hará las cosas con más calma centrándose ahora mejor en sus propuestas políticas para barajar las posibles salidas a la crisis económica. En esta línea se ha comprometido a congelar los impuestos municipales hasta 2016 y a reformar el sistema energético con el objetivo de que en una década toda la energía consumida en Escocia provenga de fuentes renovables.
Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, felicitó ayer a los nacionalistas. No obstante, aunque el «premier» prometió colaboración, advirtió ya de que, en cuanto a las aspiraciones independentistas, hará campaña por mantener la unidad de Reino Unido».
«Con cada fibra que tengo», matizó el primer ministro británico.
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