Cádiz

El asalto abre una brecha en el bipartito andaluz

La Razón
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Sevilla- La mediática «toma» de los miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) de dos grandes superficies comerciales, capitaneada por el diputado de IULV-CA y alcalde de Marinaleda, Sánchez Gordillo, ha tenido consecuencias políticas, más allá de las policiales. «Ha evidenciado», admiten fuentes del PSOE consultadas por LA RAZÓN, «las diferencias que existen entre los miembros del Gobierno regional –integrado por el PSOE y la coalición de izquierdas–». De hecho, tan sólo unas horas después del «asalto» a los hipermercados, el presidente de la Junta y secretario general de los socialistas andaluces, José Antonio Griñán, no dudó en hacer saber a sus seguidores en Twitter que creía una «barbaridad» que «este diputado asalte supermercados». Sin embargo, ayer su vicepresidente y líder de IU en Andalucía, Diego Valderas, criticó las formas pero no el fondo. «No hay que sacar de su contexto un acto simbólico que abre una reflexión social entre la riqueza y la pobreza», deslizó para añadir: «Hay mucha gente pasando hambre y la comida, a veces, no tiene un uso adecuado». Pero, los actos protagonizadas por Sánchez Gordillo han provocado «malestar» en las filas socialistas. Fuentes de ese partido lamentan la «enorme repercusión que han tenido» y, sobre todo, que «se haya transmitido la imagen de que la izquierda es inconsciente». La polvareda se ha producido además, según desvelan otras fuentes, horas después de que «Valderas le dijera a Griñán, que no se preocupara, que "lo tenía todo controlado", a raíz de un enfrentamiento entre bases de IU y del PSOE en La Línea (Cádiz)».