Ejército de Tierra
Ofensiva nacionalista contra el Ejército en el Senado
Lo intentaron por activa y por pasiva. El PNV y Amaiur tenían preparada una ofensiva, no se sabe si conjunta pero desde luego idéntica, contra el Ejército español.
Un ataque que personalizaron en la figura del ministro de Defensa, Pedro Morenés, que ayer acudió al Senado para contestar, precisamente, a las preguntas de ambas formaciones políticas sobre unas «maniobras militares» en el pueblo guipuzcoano de Elgeta. El origen del conflicto radica en que éstas se realizaron el 24 de abril, día en que se cumplía el 75 aniversario de la entrada de las tropas franquistas en esa localidad, toda una ofensa para los nacionalistas vascos y, cómo no, para la izquierda abertzale.
Lamentable, reprobable y desafortunado. Con estos calificativos definieron lo ocurrido el peneuvista Iñaki Anasagasti y el portavoz del Grupo Mixto y senador de Amaiur, Alberto Unamunzaga. Si el primero eludía a la historia y a las raíces vascas de Morenés, el segundo iba mucho más allá y narraba una trágica historia familiar de lo acaecido aquel 24 de abril de 1937. Y su objetivo no era otro que conseguir fuera como fuese que el titular de Defensa se disculpase por el daño infringido.
Pero el ministro no se dejó arrastrar por esa oleada de sentimentalismo y se mostró tajante. De forma breve pero concisa explicó que se trató de una simple «marcha rutinaria de 30 militares» que incluía el paso por Elgeta y otros pueblos, un ejercicio que se realiza «habitualmente desde hace años» y que no incluía ninguna «actividad peligrosa» para los ciudadanos. Es más, con el objetivo de molestar lo menos posible, el paseo militar se realizó a las seis de la mañana. Por todo ello, no entendía las «connotaciones» que ambos dirigentes vascos intentaban dar a un acto de lo más normal. Así, instó a Anasagasti a «abandonar la grandilocuencia» que le llevó a «exagerar lo que allí ocurrió» y, pese a lamentar la trágica historia de Unamunzaga, le recordó que la suya no es la única en el País Vasco.
Sobra decir que ni el PNV ni Amaiur se quedaron satisfechos con las respuestas de Morenés y afirmaron sentirse defraudados. Sin embargo, el ministro lo dejó claro: «El Ejército de Tierra está en su derecho y en su obligación de hacer ejercicios, cómo, cuándo y dónde considere necesario» para su adiestramiento, lo que incluye todo el territorio español y, por supuesto, Elgeta.
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