La entrevista de Amilibia
Jigme Thinley: «Usted valora la felicidad»
-Presumen de ser el país más feliz del mundo. Cuénteme el secreto de la felicidad .
-Es sencillo. Consiste en ir a por ella, ir a buscarla. Hay que saber diferenciar los placeres efímeros como comprarse un coche o irse de viaje, para entender que la felicidad es un estado sostenido que consiste en pensar algo y actuar consecuentemente con ese pensamiento.
-Son el único estado que mide el índice de Felicidad Interior Bruta y no el Producto Interior Bruto... ¿Es más práctico?
-Sí, porque es un medidor a escala humana.
-¿Y en qué consiste?
-Los indicadores son el desarrollo social económico sostenible, la conservación del medio ambiente, la preservación de nuestra cultura y el buen gobierno.
-Esos son los indicadores principales, pero tienen más.
-Sí: los niveles de ingresos, la salud, la educación, el bienestar psicológico, la vitalidad de la comunidad, la diversidad cultural, la resistencia medioambiental...
-Pare, pare, que me apunto...
-Bueno, pero tenga en cuenta también que la felicidad siempre es subjetiva. Los occidentales siempre se están quejando pero, ¿usted valora su felicidad?
-Claro, prefiero la Felicidad Interior Bruta que el Producto Interior Bruto.
-Normal, nuestro rey quería un buen nivel de desarrollo para nuestros ciudadanos. No deseaba que por tener un buen Producto Interior Bruto se perdiesen los valores sociales, se pervirtiesen y fuesen las víctimas el medio ambiente o la cultura.
-Hasta 1999 no se aprobó que se viese la televisión en su país. ¿Eso contribuye a la felicidad? Porque hay algunos programas que...
-Lo sé, consiste en la programación. En Bután sí contribuye a que seamos más felices porque se sienten más libres al tener un mayor acceso a la información.
-¿Ir vestidos igual no es un síntoma de uniformidad?
-No, también nos hace más felices porque transmite la sensación de que pertenecemos a una comunidad. Nos aporta serenidad y equilibrio porque compartimos el mismo sistema de valores.
-Intuyo que la crisis ha pasado de puntillas por su país. ..
-Sí, pero ha sido muy reveladora. Gracias a ella mucha gente se ha dado cuenta de que el trabajo, la casa, las posesiones... todo lo material es puro espejismo que no aporta ni seguiridad ni felicidad.
-Es el embajador de la felicidad pero, ¿es usted feliz?
-Por supuesto. Mi cuerpo y mi mente están en armonía. Hago lo que pienso, tengo unas sólidas raíces culturales, mantengo unos fuertes lazos familiares ...
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