Caso Método 3

Adiós gobernador

La Razón
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Poco ha durado Ricardo Peralta como delegado del Gobierno tras el relevo de Fernández de la Vega como vicepresidenta. Peralta se va con dos fracasos políticos. De uno no es responsable, porque es imposible convencer a los valencianos de acercarse al PSOE o al Gobierno, cuando los de Zapatero se han distinguido por maltratar a la Comunitat: trasvase, chiringuitos, financiación... Él no es responsable de las pésimas expectativas electorales que tienen los socialistas en nuestra tierra, como no lo será su sucesora. El segundo se refiere a la frustración de no haber satisfecho su ansia por ser candidato a la Alcaldía.

He de subrayar, sin embargo, que más allá de estas lagunas en el terreno político, su reinado me ha producido, en el terreno personal, una decepción más grave.

Con motivo de su nombramiento, escribí en este gallinero «...se trata de las personas menos sectarias y más abiertas, al menos en la comunicación personal, que he conocido en el ámbito político al que pertenecía». ¡Vaya pifia!. Debía ser cuando era comunista, porque como delegado socialista no he conocido otro más sectario. Tanto, que por talante, bien podría haberse llamado gobernador civil. Así es la vida.