Sandy desafía a Obama

NUEVA YORK- El presidente norteamericano, Barack Obama, regresó ayer a Washington y suspendió temporalmente la campaña para supervisar las operaciones de emergencia ante la llegada de «Frankenstein», como apodan al huracán «Sandy» en EE UU por la celebración de Halloween. Hoy tampoco acudirá a los actos de campaña que tenía previsto en Wisconsin, un Estado que con sus diez votos electorales le convierten en fundamental para ganar las elecciones. «No estoy preocupado por cómo va a afectar esto a las elecciones en este momento. Estoy preocupado por cómo va a afectar a las familias. Estoy preocupado por cómo va a afectar a los equipos de rescate. Estoy preocupado por cómo va a afectar a la economía. Las elecciones se encargarán de ellas mismas la semana que viene. Ahora, la prioridad número uno es salvar vidas», aseguró ayer en una soprendente rueda de prensa desde la Sala de Situaciones de la Casa Blanca. Con un tono solemne y presidencial, Obama alertó de las «fatales consecuencias» que podría acarrear la tormenta. «No se retrasen, no se paren, no cuestionen las instrucciones», recomendó el comandante en jefe en su mensaje a la nación.

La magnitud y las proporciones del huracán se han convertido en un inesperado desafío para el presidente norteamericano, que deberá gestionar con precisión si no quiere perder las elecciones. Aunque más que Obama, es Romney quien tiene que preocuparse de cómo va a influir el ciclón en las urnas. Debido a la situación de emergencia, Obama sólo tiene que concentrarse en parecer presidencial. En cambio, Romney debe dejar de atacarle y ponerse al servicio del presidente. El candidato conservador interrumpió ayer sus actos programados con los votantes y tampoco participará hoy en los mítines previstos.

De acuerdo con las previsiones meteorológicas, «Sandy» debía tomar tierra a las 21:00 horas (la madrugada en España), aunque el aumento de la velocidad del huracán al cierre de esta edición podría adelantar la llegada. Cerca de 375.000 personas en Nueva York y Nueva Jersey habían recibido la orden de evacuar sus hogares y se alojaban en los 76 refugios habilitados. Mientras, el transporte público de Nueva York, Washington, Filadelfia y Boston estaba suspendido. También estuvieron cerrados Wall Street y el Nasdaq, que hoy tampoco abrirá sus puertas, una medida que no se tomaba desde los atentados del 11-S. En Delaware, 50.000 residentes tuvieron que dejar sus casas, al tiempo que 30.000 habitantes de Atlantic City (Nueva Jersey) también tuvieron que refugiarse en albergues y casas de familiares. Los doce casinos de esta ciudad se cerraron.

Evacuaciones masivas
A Obama, que ha firmado en los últimos días ocho declaraciones de emergencia en Nueva York, Nueva Jersey, Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, Pensilvania, Maryland y la capital, lo que más le preocupa de esta tormenta es su gran tamaño. Muchos norteamericanos estaban confiados debido a que es un huracán de categoría numero uno, pero el peligro reside en el choque previsto con un frente que viene del Ártico. Horas antes de que llegase el epicentro de este gran monstruo a Nueva York ya se sintieron fuertes vientos y lluvias. Las autoridades cerraron el túnel Holland, que pasa por debajo del río Hudson y conecta Nueva York con Nueva Jersey. Sin embargo, los puentes que unen Manhattan con Brooklyn, Bronx, Queens, Staten Island y Nueva Jersey estaban abiertos al cierre de esta edición.

Las operaciones marítimas en todos los embarcaderos de la zona también se suspendieron. Además, al menos 14 de las 16 personas a bordo de una réplica del «HMS Bounty», construido en 1962, fueron rescatadas en la costa de Carolina del Norte.