Japón

ANÁLISIS: Grecia no nos quería ni ver por Juan Antonio ORENGA

La Razón
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- ¿Cómo recibió la Selección la victoria de Nueva Zelanda ante Francia?
–Nos enteramos en el momento de aterrizar en Estambul. Cuando encendimos los móviles y vimos que los franceses habían perdido hubo un momento de euforia. Ha sentado fenomenal el terminar segundos. La gente se lo ha tomado como una recompensa por el trabajo que llevamos haciendo durante mes y medio. Al final estamos en los octavos por una vía menos complicada de la que se preveía.


- ¿Cómo se prepara un partido en menos de 48 horas?

–Hemos estado desde las doce de la noche hasta las seis de la mañana preparando vídeos y viendo los partidos de Grecia en la primera fase para que los jugadores y el seleccionador tuvieran toda la información.


- ¿Influirá que en los últimos cinco precedentes la victoria siempre ha sido para España?

–Estoy convencido de que nos tienen especiales ganas por lo que ha pasado desde el Mundial de Japón. Los equipos son muy similares a los del año pasado, al margen de la ausencia de Pau y la presencia de Diamantidis. Los entrenadores también son los mismos, con lo que no puede haber sorpresas. Si jugamos con la intensidad y la concentración que hemos mostrado en algunos momentos de la primera fase, estaremos en cuartos.


- ¿Cuáles son las claves de los griegos?

–Hay seis jugadores en torno a los que gira todo su juego. Por fuera, Zisis, Diamantidis y Spanoulis. Pueden intercambiar sus posiciones, son versátiles y la incorporación de Diamantidis les da un plus en defensa. Su juego interior se limita a Schortsianitis. «Baby Shaq» es el único que juega realmente por dentro. Bouroussis y Tsartsaris prefieren moverse por fuera.


- ¿Qué balance realiza de la primera fase?

–Ha habido resultados extraños que han deparado cruces inesperados. Grecia no se empleó a fondo ante Rusia para evitar a EE UU y España. Perdieron, sí, pero la apuesta no les salió bien. No nos querían ni ver. Hay eliminatorias como el Argentina-Brasil o la nuestra que bien podían ser unas semifinales.