Río de Janeiro
Zapatero aplica las recetas de Rajoy ante el pánico al rescate
Elimina ayudas a los parados, vende aeropuertos y anuncia rebajas fiscales para pymes
¿No había que adoptar más medidas frente a la crisis? ¿No se trataba de calmar la voracidad de los mercados? ¿No pedían desde Bruselas nuevos gestos? ¿No le pidió el G37 actuar de inmediato para evitar el rescate? Pues ya está. Otra vez a la fuerza, obligado por las circunstancias, presionado por los mercados y acosado por el encarecimiento de la prima de riesgo de nuestra deuda... Pero Zapatero reacciona de nuevo.
El presidente sorprendió ayer a propios y a extraños al anunciar en dos minutos y medio en el Congreso un nuevo paquete de medidas económicas, que incluye el recorte de prestaciones a parados, la venta de empresas públicas y una rebaja fiscal para pymes.
Sin previo aviso y sin anestesia, respondía a las alertas de quienes nos veían intervenidos ya por Bruselas. Así que si hoy los servicios secretos de los EE UU tuvieran que redactar un nuevo informe sobre Zapatero, tendrían que revisar su nueva hoja de ruta. Porque, tras el tijeretazo de mayo y con las medidas anunciadas ayer, poco le queda ya de «izquierdista y romántico» a nuestro presidente del Gobierno, que ha enterrado definitivamente las recetas de la socialdemocracia y ha abrazado con la fe del converso la ortodoxia del liberalismo que impone la Unión Europea. La bolsa reaccionó de inmediato al anuncio con una subida de más del 4 por ciento.
El presidente respiró, de momento. Sólo de momento porque si las medidas se anunciaron a las 9 de la mañana, pasadas las tres de la tarde Moncloa comunicaba que Zapatero cancelaba su asistencia a la Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar a partir del viernes en Argentina. ¿Motivo? Oficialmente se dijo que el presidente deseaba asistir al Consejo de Ministros que aprobará el viernes el anunciado paquete de medidas. Luego se hicieron todo tipo de interpretaciones: desde que la gravedad de la situación económica obligaba al presidente a permanecer en España hasta que el próximo viernes el presidente podría anunciar nuevas medidas, versión esta última que descartó el entorno del presidente .
Pero volvamos a las medidas, al cómo las soltó a bocajarro Zapatero en la Cámara Baja y cómo descolocó a un Mariano Rajoy que no supo encajar ni responder el anuncio. Y eso que lo tenía fácil pues algunas las viene demandando el PP desde hace al menos un año. La primera, la rebaja fiscal para las pymes.
Paternidades aparte, este nuevo ajuste incluye una ampliación del número de empresas que se pueden acoger al tipo reducido del impuesto de sociedades (25 por ciento) de la que se podrán beneficiar hasta 40.000 empresas; la eliminación de la ayuda de 426 euros para parados de larga duración , cuyo último plazo expira en febrero; la eliminación del canon que empresas y autónomos están obligados a pagar a las cámaras de comercio, la venta del 49 por ciento de AENA y un tercio de las Loterías y Apuestas del Estado.
Todo esto lo adelantó el presidente al hilo de una pregunta parlamentaria de Rajoy sobre el paro, y bajo el argumento de que la decisión favorecerá la inversión económica y el empleo, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas. Y es que además de la rebaja del 25 por ciento en el impuesto de Sociedades, se ampliará el concepto de empresa de tamaño reducido a partir del volumen de facturación, que pasará de 8 a 10 millones de euros y se generalizará la libertad de amortización en el Impuesto de Sociedades hasta el año 2015.
Hasta aquí las medidas que pretenden favorecer la inversión, pero las que realmente darán liquidez a las arcas públicas son las que tienen que ver con la venta de empresas públicas. Así, se privatizará el 49% de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) y el 30% de Loterías y Apuestas del Estado, además de abrirse la entrada de capital privado en régimen de concesión en los aeropuertos del Prat y Barajas. Con la venta parcial de estas tres empresas, el equipo económico de La Moncloa cree que se obtendrán 14.000 millones que servirán para reducir deuda y tener más margen de maniobra presupuestaria, en especial para las políticas activas de empleo. En esta línea Zapatero anunció también que desde febrero de 2011, los servicios públicos de empleo contará con otros 1.500 orientadores.
«Plan B»
Hasta aquí el grueso de las medidas que descolocaron, sin duda, a un Mariano Rajoy, que en su respuesta al presidente se limitó a calificarlas de «enésimo paquete» dentro de la estrategia de la improvisación y el bandazo. Fue luego su equipo económico parlamentaria, quien salió en los pasillos de la Cámara a valorar lo que llamaron «un Plan B» improvisado e inconexo y a atribuirse la paternidad de algunas medidas. El líder de la oposición prefirió insistir en su propuesta de que pymes y autónomos no paguen el IVA de las facturas impagadas o compensen fiscalmente el importe de las facturas pendientes de cobro a las administraciones. Fue así como Zapatero se apuntó su primer tanto en muchos meses de sesión de control al Gobierno.
El primer plantón español a Iberoamérica en 20 años
Rodríguez Zapatero no acudirá a la XX Cumbre Iberoamericana que se celebra este fin de semana en Mar del Plata en un desplante que puede costar caro a las inversiones españolas. La cita, que reúne cada año a los mandatarios de 22 países, fue un empeño personal de Su Majestad el Rey para estrechar lazos culturales y comerciales con los países de habla hispana. Ésta será la primera vez en la historia de este foro que no estará presente el jefe del Ejecutivo español. La representación correrá a cargo de los Reyes y la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, pero la ausencia de Zapatero envía un mensaje negativo a la región que es el primer destino del capital español. Sin embargo, no es la primera vez que el presidente decide quedarse en casa. A finales de mayo canceló un viaje a Brasil para asistir a una reunión de la Alianza de Civilizaciones en Río de Janeiro. El motivo fue el mismo: la mala situación económica.
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