Asunción Fley: «Es estupendo que del presupuesto sólo se cuestionen las enajenaciones»

Sevilla - Hace unos meses no se veía como política, ¿y ahora?
–Depende de cómo se entienda la palabra política. Me veo como una persona de gestión que es llamada para colaborar en un proyecto del que participa y en un momento en el que creo que puedo hacer cosas. En ese sentido sí empiezo a verme más política.

–¿Le molesta que le digan Doña Tijeras?
–Yo suelo interpretar las cosas del lado positivo. Si me dicen «Tijeritas» porque refleja que lo que estoy intentando es recortar lo superfluo, lo que no hace falta y de lo que se puede prescindir, nunca lo que verdaderamente es necesario, entonces lo considero un halago.

–¿Sigue tan optimista, tras ver los cajones del Ayuntamiento?
–Soy optimista porque creo que tengo soluciones en mi parcela. Y a nivel estatal lo soy porque entiendo que se están adoptando las medidas para salir de la situación en la que nos encontramos. Costará más o menos pues no sólo depende de la gestión, pero vamos en camino.

–¿Sigue sintiendo tan independiente como cuando entró?
–Sí, porque a la hora de tomar decisiones valoro los criterios de elección necesarios. Soy independiente, pero participo de un proyecto de un equipo de Gobierno que coincide con mi forma de pensar. Por eso acepté.

–Esta semana se aprueban los nuevos presupuestos. Ya conocemos los criterios por los que se rigen...
–Ha habido mucho despilfarro y gasto superfluo. Hasta ahora la revisión de ingresos se hacía dependiendo de lo que se quería gastar. Ahora hemos hecho unos presupuestos rigurosos, sabiendo con qué ingresos contamos y partiendo de esas posibilidades hemos establecido los gastos. En junio empezamos a aplicar un plan de ahorro, desde la reducción de gastos en cargos de confianza, reducción de gastos de electricidad, gastos de telefonía móvil, infraestructura administrativa... Y seguimos en esa línea.

–¿Muchas alegaciones?
–No y no son demasiado importantes. Pero me parece desleal hablar de ellas antes del Pleno.

–Fiestas Mayores y Cultura sufren los mayores recortes. ¿Sevilla no está para fiestas?
–Los ciudadanos comprobarán cuando vayan llegando las fiestas que hay muchas formas de gestionar y para todo no hace falta dinero. En Navidad, las calles del centro estaban llenas y hemos sido noticia mucho tiempo. El «mupping» ha sido un éxito y se ha gestionado con menos dinero que otros ejercicios. Las actividades culturales y las fiestas mayores no se van a ver mermadas en su calidad porque utilizaremos la imaginación y el talento. No hace falta sólo dinero, hay que gestionar bien y contar con la colaboración público-privada.

–La Biacs desaparece...
–Es una mala noticia. Las prioridades de este Gobierno son los asuntos sociales, los proveedores, que son los que pueden crear empleo, y el Ayuntamiento debe ofrecer credibilidad. Es verdad que no vamos a tener esa bienal, pero para nosotros es una prioridad que los niños tengan calefacción, que los colegios se arreglen... Estamos aquí para gobernar.

–¿En cuánto queda el presupuesto de Giralda al final?
–El preconcurso de acreedores está bastante avanzado. Se han podido alcanzar acuerdos de quita con los acreedores. Partimos de la base de que se va a gestionar una televisión por lo que antes costaba un programa. Antes costaba un millón de euros al mes y ahora con 1,8 millones se gestionará.

–Y como gestora, ¿ve bien pagar por una televisión pública?
– Yo creo que es posible todo lo que esté bien gestionado, todo lo que reporte un beneficio al ciudadano, que preste un servicio de calidad, sin que sea fuente de despilfarro.

–¿Se ha cuantificado realmente el agujero de facturas sin pagar que dejó Monteseirín?
–Aún siguen saliendo… Pero en general, tal y como ya dijo el alcalde, la deuda asciende a 700 millones, a pesar de que desde la oposición se digan que son 300.

–Gregorio Serrano habló de 50 millones en facturas y en el presupuesto la cantidad es menor...
–Los 12 millones se corresponden con las deudas que siguiendo el trámite establecido no se habían presupuestado en ninguna partida. Muy cerca de las elecciones, la mitad de esa deuda se mete en el Ayuntamiento a través de Emasesa. Son facturas correspondientes al cobro del agua referentes a ejercicios desde los años 90. Es una maniobra para aligerar un poco la situación de Emasesa, pero es una parte de la deuda que no me preocupa en demasía. Más lo hace el resto. Esos cinco millones y pico se consignan en este presupuesto para responder a proveedores. En ese apartado 413 se asignaron el año pasado 57.000 euros para pagar 3 millones. Los proveedores deben tener confianza en que les vamos a pagar; somos conscientes de que pequeñas o medianas empresas dependen del Ayuntamiento.

–¿Desde qué fecha hay facturas?
–Muy antiguas, las hay en pesetas... por ejemplo, éstas de Emasesa. Consumo de agua del propio Ayuntamiento de hace diez o quince años. Pero lo peor son las sentencias judiciales que acarrean, pues multiplican la deuda.

–Con el plan de ahorro activado, ¿se puede cifrar el ahorro neto de la deuda que se conseguirá?
–Los intereses bancarios se han incrementado bastante. El Ayuntamiento, al estar inmerso en un plan de reequilibrio económico y financiero como consecuencia del déficit que ya existía en 2008, nos impide acudir a los créditos para invertir. Nuestra preocupación era eliminar esta carga financiera, pero por otra parte estamos limitados. No existe un ahorro real que se pueda calcular. Sé que consignando cantidades para los proveedores vamos a ahorrar los intereses de costas e intereses más lo que supone para el proveedor. Ahorramos, pero es difícil determinar el importe exacto. Y en cuanto a los bancos, tal y como estaban organizados, toda la carga financiera empezaba en 2012. Así lo había definido el Gobierno anterior.

–Zoido, presidente de la FEMP, anunció una medida ventajosa...
–Supone que las participaciones en los ingresos del Estado había que devolverlas en cinco años y no en diez. Nos supone un gran ahorro. Si debíamos devolver 24 millones anuales, pagaremos la mitad.

–En 2010 el saldo sí es favorable...
–En el presupuesto está contemplado y esta PIE la hemos calculado partiendo de los datos reales. Estamos hablando de alrededor de 30 millones. No me he sacado nada de la manga. La propia Junta lo ha hecho así y nadie lo cuestiona.

–¿Qué pasa si en diciembre los gastos superan a los ingresos?
–Es impensable para mí no gastar más de lo que vamos a ingresar. No sé cómo lo han hecho antes, para mí es prioritario y fundamental, está plasmado en el programa de Gobierno. Los ingresos están contemplados con una rigurosidad extrema, incluso dejando de consignar algunos. Me acusan de que tenía información que ahora se plasma, pero no es así. Nadie podía prever que se iba a tomar una medida como la del IBI.

–¿Quién sería el responsable de un desfase si no se venden los edificios de la Gavidia y los Pajaritos?
–En todo el presupuesto, de los 768 millones previstos para ingresos, están vinculados a enajenaciones 19 millones. El procedimiento de los muebles del Alfonso XIII está ultimándose y respecto a la Gavidia y Pajaritos, a diferencia de lo que hizo el Gobierno anterior, que presupuestaba sin más, antes se ha adoptado por la Junta de Gobierno el inicio del trámite para proceder a estas enajenaciones. Lógicamente, sabemos que es un procedimiento difícil, que se puede alargar en el tiempo, no sólo depende de la actuación municipal, sino que depende de la Junta y una serie de trámites, pero sí puede tener todo el mundo como seguro que si por cualquier circunstancia se demora, lo que se ha vinculado a esa enajenación, que son colegios, vía pública, alumbrado... se recurriría a medios propios, hay elasticidad suficiente en los presupuestos como para poder asumirlo con medios propios. Estamos hablando de 19 millones en un presupuesto de 768. Es estupendo que sólo cuestionen eso porque la verdad es que todo está hecho con rigurosidad.

–¿Y hay interesados?
–Sí. No puedo avanzar más, pero me consta que en todas las delegaciones hay promotores e inversores que están deseando iniciar proyectos que pueden ser muy beneficiosos para la ciudad.

–Usted ha cortado el grifo hasta de los móviles... ¿hay tanto abuso?
–Estamos llevando a cabo una política de ahorro y son medidas generales, que afectan a todos, incluidos políticos y directores. Es una medida de racionalización del uso. Se tomarán siempre medidas pensando en las necesidades de los servicios y, desde luego, nunca habrá despilfarro. La gente no se ha alarmado, se lo toma con naturalidad. Tenemos que pensar en el Ayuntamiento como si estuviéramos en nuestra casa.Hacer una economía doméstica a gran escala. No sé si queda bien, pero es así.

–¿Cómo salvan los recortes de la Junta?
–Hacemos un esfuerzo enorme, dentro de nuestras posibilidades. Y eso nos ha llevado a que en programas de empleo que no hubiéramos podido ejecutar, lo que hacemos es conjugar los intereses de todos los implicados, ajustar horarios y calendarios, de forma que todo el mundo pueda seguir cumpliendo ese trabajo. El Ayuntamiento hace dentro de lo posible todo lo que la Junta no hace o no hace a tiempo.

–¿Qué lectura hace unos meses después de entrar en la política de la actuación de la oposición?
–Sin ahondar mucho en el tema, porque no me gustar hablar mal de la gente, me parece que lo del PSOE es muchas veces desconocimiento o inexperiencia y, desde el punto de vista de IU, es recalcitrante. No se acostumbran a que no están gobernando y todos los días tienen una pataleta. Igualmente creo que Espadas lo que tiene fundamentalmente es inexperiencia y un desconocimiento muy profundo de los temas municipales y sevillanos.

–¿Qué le pediría a los grupos?
–Si estudiaran el presupuesto y fueran capaces de asumir con lealtad institucional que son unos presupuestos rigurosos, que absorben totalmente el remanente negativo de tesorería, que afrontan el pago a proveedores y que tienen como misión fundamental la marca Sevilla, las inversiones en colegios y los asuntos sociales y el empleo, yo esperaría que la oposición lo aprobara. No podría ser de otra manera si lo vieran con objetividad, no con partidismo a las puertas de unas elecciones.

EL PERSONAJE
Reputación dentro y fuera de la casa
Inflexible. Asunción Fley se ha ganado su reputación. A lo largo de veinticinco años como funcionaria ha mantenido una forma de trabajar en Hacienda y el hecho de tener la responsabilidad de hacer los presupuestos no la ha cambiado ni un ápice. «Podía tener muchos amigos», bromea la propia Fley, a la que sus compañeros de Corporación incluso llaman «la Thatcher», recordando a la que fuera primera ministra británica desde 1975 a 1990. Todo un halago. Decir «no» en tiempos de crisis resulta complicado, pero como toda madre tiene que hacer de tripas corazón. Los resultados de su trabajo se verán dentro de un año, pero por delante tiene aún una durísima negociación colectiva con los sindicatos del Ayuntamiento.