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El príncipe hipotecado por la stripper

Vivió en un castillo, probó suerte como piloto de carreras, su novia hizo pinitos como «stripper»… No faltan extravagancias en la vida de Carlos Felipe de Suecia, el príncipe soltero más deseado de Europa. Dicen que lo tiene todo: es joven, guapo, listo y de la realeza, claro.

El príncipe hipotecado por la stripper
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Pero a partir de ahora tiene un «pero» para sus fieles seguidoras: está hipotecado hasta las cejas. Su título no le ha salvado de verse con el agua al cuello, y nunca mejor dicho, porque, incluso, se ha visto obligado a pedir un préstamo bancario de unos 200.000 euros para construir un embarcadero. Un nuevo capricho que quiere llevar a cabo en la propiedad familiar que heredó en Trosa, al sureste del país, finca situada en pleno paseo marítimo y que incluye una mansión de 230 metros cuadrados valorada en 1.125.000 euros.


El endeudamiento del hijo mediano de los reyes Carlos XVI Gustavo y Silvia ha hecho saltar todas las alarmas. Las críticas contra su despilfarro se repiten en los medios suecos, mientras que los más agoreros se preguntan si la solvencia económica de la propia familia real está en entredicho. «Este préstamo forma parte de los negocios privados del príncipe», declaró tajante el jefe de Prensa de la corte, Bertil Ternert, al diario «Expressen», para que este asunto no salpique a los reyes. «La familia real recibe del ministerio de Hacienda una asignación mensual que el propio rey distribuye al resto de miembros», añadió. Los reyes no quieren que esta polémica salpique a su imagen, ya deteriorada por la relación de su hijo con la «stripper» Sofia Hellqvist.

Lejos de quedarse ahí, la polémica también ha desatado la ira de los ecologistas, ya que la zona donde ha comenzado las obras del embarcadero, con sauna incluida, es una playa protegida según explica «Expressen». La asociación de la orilla de Lysekill comentó a dicho diario que el problema radica en que «no se puede construir un nuevo edificio con una función diferente al anterior».

Así, el nacimiento de Estelle, la primogénita de la princesa Victoria, se ha visto enturbiado por las excentricidades de su tío. Una vez más, ha conseguido aguar a su familia los fastos, como ya ocurrió en la boda de ésta, a la que insistió en acudir junto a Hellqvist, pese a la negativa de sus padres. Su novia es conocida en Suecia por ser una habitual de las revistas eróticas del país, y sobre todo, por participar en «Paradise Hotel», un «reality show» caracterizado por su tono picante. Por lo visto, Victoria le recomendó en múltiples ocasiones que terminase con dicha relación, pero él hizo caso omiso y se fue a vivir con la chica. «O era él y Sofía, o ninguno de ellos», afirmó el príncipe, según recoge «Expressen». A la familia real no le ha quedado más remedio que aceptarla, aunque con reticencias. Por ejemplo, las pasadas Navidades, la princesa Margarita mostró su descontento por tener que compartir las fiestas con la joven. Sin embargo, Hellqvist parece estar cada vez más integrada en la agenda de la casa real. Recientemente, se la ha visto participando en diferentes actos benéficos y en los próximos meses viajará a África como voluntaria, mientras el príncipe retomará sus estudios. Un lavado de imagen que para muchos suena a polémicas campanas de boda.

La prostituta vietnamita
Carlos de Suecia no es el primer miembro de una casa real envuelto en alguna controversia. Henry de Monpezat, el marido de la reina Margarita de Dinamarca, (arriba, en la imagen) lo sabe muy bien. Recientemente confesó que en su adolescencia pagó los servicios de una prostituta vietnamita con el dinero de su padre. Otro conocido por su comportamiento poco ejemplar es Alberto de Mónaco, (en la imagen inferior) que contrajo matrimonio el pasado verano y cuenta ya con dos hijos de mujeres distintas y un tercero al que atribuyen la paternidad. Vástagos, a los que mantuvo en secreto durante años.