Convenios colectivos

Consenso necesario

La Razón
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Llegar a un acuerdo de amplio espectro para reformar las pensiones es fundamental. Hasta hoy ha sido así y debería seguir siéndolo en el futuro. Aumentar la edad de jubilación por decreto me parecería un error impropio de un Gobierno que se jactaba de talante cuando llegó al poder. El Pacto de Toledo ha sido fundamental en estos años porque ha permitido garantizar una de las patas del Estado del bienestar. Cualquier cambio ha de ser consensuado con sindicatos, empresarios y partidos. No debe ser difícil alcanzarlo si no se basa sólo en la mera imposición. No es igual decir que a partir de ahora todo el mundo se deberá jubilar a los 67, que poner esa cifra como referencia pero ser flexible al permitir que alguien que haya cotizado 35 años pueda disfrutar de la pensión máxima con 65.
Rodríguez Zapatero dijo el pasado lunes que los años de cotización no pueden ser menos de 40. Se supone que es un argumento esgrimido para negociar y que finalmente Gobierno y sindicatos llegarán a un apaño intermedio, en torno a los 38. Estará bien si es aceptado por todos, aunque el problema real estriba justamente en las dificultades que muchos trabajadores tienen para poder cotizar tantos años seguidos. Con la actual ola de despidos, a los 50 la perspectiva de estar activos hasta los 67 resulta poco menos que increíble.