Sin beber por temor al «suero de la verdad»

MaDRID- La Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de la Policía, que el jueves detuvo en Valencia a los principales cabecillas de la mafia serbia «Clan Zemun», investiga si esta organización criminal es la autora de importantes delitos, aún sin esclarecer, tanto en España como en otros países, según fuentes consultadas por LA RAZÓN.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, reveló ayer, que los miembros de dicho «clan», a los que se imputa el asesinato del primer ministro serbio, Zoran Djindjic, no habían ingerido, durante los tres días que habían estado en manos de la Policía, agua ni alimentos. Se trata de una medida, que también figura en los manuales de actuación de las bandas terroristas, para evitar que, mediante «sueros de la verdad» u otras sustancias, las Fuerzas de Seguridad puedan obtener declaraciones de los arrestados. Resulta absurdo, ya que este tipo de productos no son utilizados en los interrogatorios.

El titular de Interior, al que acompañaba el director de la Policía, Ignacio Cosidó; y el jefe de la UDEV, Serafín Castro, subrayó que la operación contra la mafia demuestra que España «no es un país cómodo» para las organizaciones criminales. Enfatizó que se ha puesto de relieve, no sólo que la Policía es «eficaz, profesional y competente», sino que los grupos violentos «no pueden creer que España sea un país cómodo», ya que las Fuerzas de Seguridad están «con la guardia muy alta».

Fernández Díaz destacó que había «quedado fuera de combate» el «Clan Zemun», una de las mafias y organizaciones más peligrosas de toda Europa, responsable de más de una veintena de asesinatos en Holanda y Serbia. El ministro y el comisario Serafín Castro dieron detalles de la operación que, tras más de año y medio de investigaciones policiales, concluyó con la detención en Valencia de cuatro personas. Todos ellos, Luka Bojovic, líder de la mafia y presunto inductor del asesinato del primer ministro en 2003; Vladimir Milisavljevic, considerado el autor del asesinato, y otros dos sicarios, uno de ellos mano derecha de Bojovic, fueron enviados ayer a prisión mientras se tramitan sus extradiciones a Serbia.

El jefe de la UDEV señaló que los detenidos portaban en el momento de la detención dos mochilas con gran parte del armamento intervenido. Entre el material incautado, que fue expuesto en el complejo policial de Canillas, destaca más de medio millón de euros; tres subfusiles; nueve pistolas semiautomáticas; un llavero pistola; una escopeta; silenciadores, cargadores y numerosa munición. Los tres subfusiles son de la marca Scorpio, el tipo de arma utilizada por los sicarios.