Barajas

Los pasajeros a los controladores: «Golfos sinvergüenzas»

Lejos de irse a casa a descansar aquejados por un «ataque de ansiedad», los controladores aéreos se encerraron en el Hotel Auditorium de Madrid y no fue de forma espontánea y mucho menos improvisada.

«¡Sois unos desgraciados!», gritaba una de las afectadas a los controladores mientras otros añadían: «¡Despidos ya!»
«¡Sois unos desgraciados!», gritaba una de las afectadas a los controladores mientras otros añadían: «¡Despidos ya!»larazon

Y es que, según explicaron desde el establecimiento, el salón Príncipe Felipe, donde se atrincheraron los «enfermos», ya estaba reservado de antemano al igual que un cupo no determinado de habitaciones.

Desde las 17:00 horas los controladores andaban a su antojo por las instalaciones del hotel pidiendo, eso sí, el carné profesional a todo aquel que se acercara a la sala para impedir la entrada a cualquier intruso. Ni siquiera permitían el acceso a la prensa y, mucho menos, una fotografía. Y se da la circunstancia de que en ese mismo establecimiento se hospedaron miles de pasajeros que se quedaron en tierra por culpa de esa «baja masiva» de controladores aéreos.

Y por si quedarse tirado no fuera suficiente, algunos de los viajeros que acudieron al Hotel Auditorium para alojarse, dada su proximidad con Barajas, tuvieron que buscarse otro lugar donde dormir porque los controladores habían reservado también las habitaciones por si las negociaciones con Fomento no prosperaban como así fue.

Pero entonces la tranquilidad que respiraban los controladores llegó a su fin. Los pasajeros se percataron de la presencia y la reunión de los controladores y la calma se tornó en tormenta. «¡Golfos, sinvergüenzas!», «¡Para un viaje que hacemos al año, sois unos desgraciados!», «¡Al paro!»... y la tensión no había hecho más que comenzar.

Pasajeros indignados
En previsión de que se produjesen mayores altercados, la Policía desplegó varios dispositivos para salvaguardar la seguridad de los controladores. Pero los ataques a los «huelguistas» no cesaban. Según iban llegando los pasajeros los insultos iban en aumento al igual que la indignación. Tampoco faltaron las exigencias de medidas contra ellos que no dudaban en corear al unísono, una y otra vez: «¡Despidos ya! ¡Despidos ya!». Se puede decir más alto pero no más claro.

Ya durante la noche agentes de la Guardia Civil y de la Policía se personaron en el hotel con una misión muy diferente. A petición de la Agencia Española de Seguridad Aérea, los agentes acudieron hasta el establecimiento para identificar a los controladores allí reunidos. Junto a ellos, dos inspectores de seguridad aérea. Su identificación es una de las exigencias de la Fiscalía de Madrid. Asimismo, la Policía y el Instituto Armado ya han informado a los controladores allí reunidos de las posibles consecuencias legales a las que tendrán que enfrentarse si no regresaban a sus puestos de trabajo.

Mientras, los pasajeros, lejos de calmar sus ánimos, se concentraban ante el salón donde estaban reunidos los responsables de su situación para continuar increpándoles.

«¡Ladrones!», «¡privilegiados!» gritaban los viajeros, a la vez que repetían que «¡no hay derecho a que nos hagáis esto!». Pero la guerra no se quedaba en las puertas o el interior del establecimiento, las redes sociales como facebook o twitter también entraban en la guerra contra los controladores.


Acoso virtual en twitter
- El enfado en las redes sociales era tangible. Los ataques, subidos de tono, contra el colectivo de controladores batieron récords. Algunos de ellos instaban a la gente a acudir al hotel donde estaban atrincherados, rodearlos y... todo un sinfín de ideas. Tal fue el reclamo que desde el twitter del Hotel Auditorium llamaron a la calma y al sosiego.
- Y junto a toda la gente anónima que narraba sus experiencias en twitter, se encontraban personajes famosos como Andreu Buenafuente que decía estar «tirado en Bilbao» o la ex ministra de Igualdad Bibiana Aído, otra de las afectadas.