Barcelona

Los indignados quieren boicotear los presupuestos del Parlament

Los Mossos avisan que velarán para que el acto se celebre con normalidad

En la imagen, una asamblea de los indignados en la plaza de Catalunya
En la imagen, una asamblea de los indignados en la plaza de Catalunyalarazon

BARCELONA- Pese a que el tiempo de la acampada de la plaza de Catalunya comienza a expirar, los indignados de Barcelona anunciaron ayer que harán un cordón humano el miércoles 15 de junio ante el Parlament para evitar, sin «coaccionar» –según dijeron–, que los políticos aprueben los presupuestos catalanes de 2011 que se debatirán ese día en la Cámara.
En rueda de Prensa, el miembro de Acampada Bcn Ibai Arbide justificó que esta iniciativa responde a que las cuentas contienen el «mayor ataque a los servicios públicos de la historia de Cataluña». «No realizaremos un delito de coacciones, pero si somos miles de personas, ellos –los políticos– tendrán que escoger si tienen legitimidad o no para entrar en la Cámara. Nosotros no forzaremos a nadie a hacer nada», sentenció.

Final indefinido
De esta manera, la intención de los indignados es boicotear un acto tan democrático como es la presentación de los presupuestos, pese a que ellos insisten en reclamar una «democracia real».
Los Mossos d'Esquadra anunciaron por su parte que velarán por el correcto funcionamiento del acto y aseguraron que trabajarán para evitar cualquier tipo de boicot. De esta manera, la Policía Autonómica respondió a este nuevo acto programado por los indignados.
Horas antes del cordón humano, la noche del 14 al 15, el objetivo de los indignados es acampar ante la Cámara, pese a que contraviene la Ordenanza del Civismo de Barcelona.
Pese a esta prohibición, Arbide advirtió de que si los Mossos d'Esquadra o la Guardia Urbana deciden desalojarlos responderán con una resistencia «pasiva y pacífica», e incluso exigió a los responsables políticos que no perciban las acciones ante el Parlament como un problema de orden público.
Otro asunto es el final de la acampada de la plaza de Catalunya. Los indignados buscan un final más o menos digno, pero el problema principal es la división existente entre ellos. Una minoría es partidaria de seguir instalados en este espacio, pero la mayoría abogan por extender las movilizaciones por todos los barrios de Barcelona, tal como ya han hecho en distintas zonas. En la plaza Catalunya ya quedan poco más de 300 personas pernoctando cada noche.
Por otra parte, los indignados de Tarragona levantarán el campamento de la plaza de la Font el 20 de junio, en el marco de una jornada de manifestación por las calles de la ciudad, convocada con una plataforma contra los recortes en salud y educación.