Aguirre esperará al ajuste antes de bajar la tasa

MADRID- La intención de Esperanza Aguirre de bajar el tramo autonómico del IRPF, diez días después de saberse que Mariano Rajoy lo subirá, no ha dejado indiferente a nadie. Desde la Comunidad se explica que sus intenciones no responden a un intento de enfrentarse a Moncloa y que se debe a que las cuentas regionales «en principio» se pueden permitir esta rebaja en su recaudación. Sin embargo, ayer matizaron que aunque «la propuesta sigue encima de la mesa, no se hará nada hasta que Hacienda comunique los ingresos a cuenta a las comunidades y el escenario financiero real», según explicaron ayer fuentes del Gobierno regional. El objetivo es seguir bajando impuestos, pero las intenciones inmediatas de Aguirre, de bajar medio punto más el tramo autonómico del IRPF –en 2007 ya lo bajó un punto–, está supeditado a la dureza de los ajustes que se plantearán a las comunidades en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Pero a pesar de que no hay nada seguro, sólo el anuncio de que Aguirre intentará rebajar el IRPF ha generado opiniones de todos los colores dentro y fuera del partido. El secretario de Estado de Administraciones Públicas y ex consejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Antonio Beteta, llamó ayer a sus sucesor para trasladarle un mensaje «muy semejante» al expresado por el presidente de la Xunta de Galicia. Alberto Núñez Feijóo aseguró que le parecía «una improvisación» proponer una rebaja de impuestos en el tramo autonómico, cuando no se conocen las previsiones macroeconómicas. El consejero de Economía murciano pidió la «unidad de mercado» en los tramos del IRPF, pero defendió que la propuesta de Madrid está en el ámbito de sus competencias y cumple su compromiso de equilibrio presupuestario; mientras que desde otras Haciendas como la catalana y la vizcaína, se anunció que no seguirán los pasos de Aguirre.