Hollywood
Maullad malditos
«Cuando este sorprendente gato aterriza en "Shrek 2"con la frase: "Si os atrevéis, temedme" nació una estrella, era cuestión de tiempo que tuviera su propia película». Son palabras del productor y animador Jeffrey Katzenberg, uno de los fundadores de Dreamworks. Se refiere a «El gato con botas» que con los años Antonio Banderas ha modelado con pendenciero acento malagueño. Su arrogancia es casi tan enorme como su generosidad y, tal y como descubrimos en este «spin off», tiene un gran apego a sus raíces y cierta nostalgia. Para colmo, le descubrimos como amante mimoso gracias a Kitty Zarpasuaves, a la que pone voz melosa Salma Hayek.
Animal esquinero
Esta continuación no cuenta con la brillantez de las primeras partes de «Shrek», pero sí cuenta con las mismas grandes dosis de ironía y también su ratito de ternura, especialmente en su reencuentro con Humpty Dumpty, su antiguo compañero del alma, a quien la codicia separó. Ambos se reunen de nuevo para robar la gallina de los huevos de oro que vive en el reino de las judías gigantes.
¿Habrá tenido Dreamworks la larga tradición cinematográfica de gatos para hacer caja? El felino en el cine era un animal esquinero hasta que le redimió la animación. Entre los primeros hay una presencia casi reducida a las películas terror. Ahí aparecen siempre con el lomo encogido, la piel erizada, los ojos abiertos y maullando al asesino de algún/alguna infeliz. Más allá hay gatos. Pero de escasa relevancia. Hay uno que destaca. Que sobresale entre los demás por su presencia en una de las mejores películas de la historia. Es el gato delator que reconoce a Orson Welles cuando espera en un portal en la inmortal «El tercer hombre». También sobresale otro maullador. El que ronda por la casa de Audrey Hepburn en «Desayuno con diamantes». Se le ve sobre los muebles, en las fiestas y en uno de los momentos finales, y uno de los más emotivos de la cinta. Es cuando ella intenta abandonar al felino bajo la lluvia en un callejón –la actriz reconoció que la escena más difícil de la película fue cuando tuvo que echar del taxi a la mascota, que por lo visto era algo cariñosa y había empatizado con ella–. Pero el que triunfó de verdad fue Garfield. Apareció en viñetas, donde se creó la fama, y saltó a la pantalla en una versión animada que tuvo hasta secuela. Todo el éxito que le reportó el dibujo quedó en casi nada en su adaptación cinematográfica. Pero, para gatos, «Los aristogatos». Una de Disney que tuvo gran repercusión y que hizo taquilla. Las madres y las abuelas la recuerdan con gran ternura. No se se si hicieron cine o solo audiovisual, pero la pareja de Piolín y Silvestre todavía se mantiene indemne en la retina de muchos. El canario listo y el gato bobo hizo reír mucho. Aunque no dejaba de tener su punto de crueldad. Igual que ocurre con la serie que se ve en los Simpsons. Ese ratón que machaca al gato. Vamos, que lo dinamita, descuartiza... mientras Bart y Homer se ríen a sus anchas. Por no hablar de tiempos pretéritos, como el Gato Félix que presentaron mudo, porque aún lo era el cine.
El detalle
OTRA HISTORIA DE AMOR
Antonio Banderas y Salma Hayek son la pareja latina más veterana en Hollywood, ambos se procesaron declaraciones de amistad durante la presentación del filme en Madrid, especialmente Hayek al español: «Está igual que hace 18 años, con la misma pasión que se les supone a los jóvenes cuando empiezan».
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