El ministerio sigue rezagado por Sergio ALONSO

Mientras el Ministerio de Sanidad sigue inmerso en su sorprendente letargo, en medio de la mayor crisis económica de España, otros departamentos y áreas del Gobierno, y algún presidente autonómico se le han adelantado y empiezan a marcarle el paso. Lo hizo Hacienda en su reunión con las autonomías. La aceleración de los anticipos, la creación de nuevas líneas de crédito y la supervisión de las cuentas regionales supondrán un alivio para los numerosos proveedores sanitarios, que sufren vergonzosas demoras en los pagos de más de 700 días en varios territorios. Lo ha hecho también el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, al modificar la polémica Ley del Aborto socialista.
Al equipo de Ana Mato no le queda ahora otra que mover ficha y tumbar la liberalización de la píldora del día después, con el objetivo de que este producto vuelva a dispensarse con receta médica. Y lo ha hecho Alberto Núñez Feijóo, con mando en plaza en Sanidad, al reclamar medidas de ahorro farmacéutico, en línea con el famoso «cataloguiño» gallego, y en línea con la idea inicial de Moncloa de excluir de la financiación productos de bajo precio o de utilidad terapéutica escasa. El antiguo responsable del Insalud y hoy presidente de la Xunta siempre tuvo claro que la Administración puede y debe ahorrar más dinero público en medicamentos. Lo hizo en Galicia e intentará hacerlo ahora a nivel estatal, aprovechando su excelente relación con Ana Mato y la presencia en el Ministerio de su ex lugarteniente Pilar Farjas, de la que no se deshizo, sino a la que promocionó, en contra de lo que dicen las malas lenguas. La duda es si una vez desperezado, el Ministerio de Sanidad empezará a hincar el diente a esta partida presupuestaria en breve, o si esperará a que concluyan las elecciones andaluzas.