Rejones sin Pablo por Álvaro ACEVEDO

Hoy hay rejones en Madrid, así que nadie podrá gritar lo del «pico» o lo del «crúzate». O sea, que Las Ventas se convertirá en una plaza normal. Normal, pero sin Pablo Hermoso de Mendoza. Recuerdo aquella ausencia de San Isidro para dignificar su profesión. Para defender su categoría en tiempos en los que los rejoneadores cobraban menos que los extras de las películas malas del Oeste.Pablo marcó las pautas a seguir pero casi nadie pudo continuar su camino. Lógico: había que arrimarse muchísimo. Hoy lo hace Diego Ventura, el responsable de que Pablo se haya quedado fuera de la plaza de toros de Madrid. Esta ausencia, vendida bajo los mismos parámetros de aquella, se fundamenta justo en lo contrario. No hay una defensa del prestigio, sino una excusa pueril para no verse las caras con Diego Ventura. Lo que se presenta como un supuesto agravio comparativo, no es más que una torpe manera de no aceptar la realidad. De querer mantener el liderato a costa de historias que no se cree nadie. Lo peor es que ese afán de no aceptar su verdadero lugar en la Fiesta (el de inconmensurable maestro que debe ceder paso al nuevo líder) no hace sino perjudicarle. Estaría más cómodo en su verdadero sitio. Una pena: echamos de menos al maestro.