PP y PSOE se distancian antes de negociar las cuentas para el 2011

Valladolid- Las aguas veraniegas corren revueltas en la política autonómica. PP y PSOE se distancias antes de que arranque el curso político y un periodo decisivo para la elaboración de los Presupuestos del próximo año, que vendrán marcados por una austeridad obligada, resultado de la contención del déficit y las devoluciones inaplazables de fondos al Estado.

El líder de los socialistas de Castilla y León, Óscar López, volvía a atacar a la Junta al manifestar que la propuesta lanzada por la administración presidida por Juan Vicente Herrera para que el PSOE colabore en la elaboración de las cuentas del próximo año es «una mentira, la mayor de los últimos meses». Según manifestó, el Ejecutivo regional, se ha negado a facilitar la información requerida por los socialistas. Una prueba más de que, según su «olfato», el PP en el Parlamento «volverá a aplicar el rodillo» en el debate de las cuentas.

No se ven las cosas igual desde el PP, cuyo portavoz parlamentario, Carlos Fernández Carriedo, remarca que «aplicaremos el presupuesto en el que creemos», y recuerda que de haber seguido la estrategia socialista del endeudamiento, «tendríamos que haber recurrido al déficit y a más impuestos y esto en Castilla y León no ocurre».

Fernández Carriedo remarcó que la línea de trabajo que se seguirá para elaborar esa Ley, la más importante de cuantas restan por aprobar en esta legislatura, será el refuerzo de políticas sociales. «Al contrario que Zapatero, que recorta derechos y aumenta la tributación».

Guerra de cifras
Por otra parte, López, en referencia a los recortes en materia de infraestructura, aseguró que «sólo se han paralizado cinco de las ochenta actuaciones en marcha en Castilla y León». Una mala decisión, a juicio de Fernández Carriedo, quien achacó al líder de la oposición «no conocer ni siquiera el número exacto de obras canceladas, dado que son siete sobre 32 en España, lo que representa un porcentaje altísimo y demuestra que a él le parece bien lo que haga este gobierno, en lugar de defender los intereses de los castellanos y leoneses, sólo de los socialistas». En este contexto, Fernández Carriedo lamentó que López manifestara que «los ciudadanos progresistas de Castilla y León no mueven su voto por un kilómetro de autovía». A su entender, «está aquí no sólo para defender los intereses de los votantes socialistas», a lo que sumó que «esa rebaja de infraestructras está mal vista por los ciudadanos».