Rosell se contradice

Barcelona- No están nada contentos en el Barcelona ante el más que posible indulto de Ángel María Villar con motivo de su reelección. La magnánima decisión del sempiterno presidente de la Federación Española de Fútbol afectará a uno de los incidentes más execrables de la pasada temporada. El famoso «dedazo» de Mourinho a Tito Vilanova podría quedar finalmente sin castigo, ya que la sanción de dos partidos la debería cumplir en la Supercopa de España. «No vamos a permitir que la sanción quede impune, no estamos nada de acuerdo con la posible amnistía. Si sucede, estudiaremos qué hacer. El pisotón de Pepe a Messi ya quedó sin sanción y fue un escándalo», enfatizó ayer Sandro Rosell durante su comparecencia anual ante los medios para hacer balance de la temporada.

El presidente azulgrana reiteró en varias ocasiones que mantendrá la política de «hechos y no palabras» que, según él, viene aplicando desde que fue elegido. Pero, cuestionado de nuevo sobre el posible indulto, admitió que seguramente al Barcelona sólo le quedará la opción de «hacerse el bravucón, bravuconear»; palabra que según la Real Academia significa todo lo contrario a lo que defiende: «Esforzado sólo en apariencia».

Rosell tuvo varios recuerdos para el eterno rival. «Nosotros nos seguiremos quedando en la pista cuando perdamos y quizás sirva de ejemplo para algunos», recordó al hablar de la final de la Liga Endesa de baloncesto, cuando el Real Madrid abandonó el parqué del Palau sin ver a Navarro levantar el trofeo.

El presidente presumió de los 17 títulos profesionales conseguidos por el club esta temporada, que suponen un nuevo récord tras los 16 de hace un año. También avanzó que el Barça presentará unas cuentas que arrojarán más de 40 millones de beneficios.