Lima
Humala y Fujimori moderan sus discursos
El líder nacionalista Ollanta Humala y la ex legisladora Keiko Fujimori fueron hoy los candidatos más votados en las elecciones presidenciales peruanas, y tendrán que enfrentarse en una segunda vuelta el próximo 5 de junio.
En sus primeras declaraciones, ambos líderes multiplicaron las llamadas a la calma y moderación para tranquilizar a todos los que los ven como símbolos de un voto de protesta, como es el caso del premio Nobel Mario Vargas Llosa, quien en varias ocasiones ha dicho que optar entre ambos sería como elegir entre el cáncer o el sida.
Según el conteo de actas de la respetada asociación Transparencia (que coincide además con los realizados a boca de urna por tres encuestadoras), Ollanta Humala obtuvo en torno al 31,7% de los votos, seguido de Keiko Fujimori (23,3%), el economista Pedro Pablo Kuczyinski (18,3%) y el ex presidente Alejandro Toledo (15,9%).
La Oficina Nacional de Procesos Electorales (oficial) mostró a las 22.30 hora local (+5 gmt) su propio recuento del 44,3% de votos, en el que coincide Humala como ganador y Kuczyinski es el segundo más votado, pero especificó que estos resultados son, sobre todo, de Lima y faltan las provincias más alejadas, lo que probablemente significa que Keiko Fujimori terminará rebasando al economista.
Poco después de conocerse los primeros resultados oficiales que lo confirman como el candidato más votado, Humala habló con América Televisión, donde declaró: "Estamos dispuestos a hacer muchas concesiones por la unidad del Perú, a ampliar y hacer una gran mesa de gobierno con todas las fuerzas políticas, sociales y laborales que quieran trabajar con nosotros".
Más tarde, un exultante Humala compareció ante varios cientos de seguidores junto a la sede central de su partido, y les repitió que "Perú quiere un cambio sin sobresaltos, que haga la gran redistribución de la riqueza (y muestre) que el desarrollo económico no es sólo para unos pocos".
En referencia a quienes le acusan de "antisistema", Ollanta Humala repitió que la propuesta nacionalista "es generar paz social en el país", aunque sin olvidar su compromiso con la gente más humilde y desamparada, que necesita justicia". El mensaje del líder nacionalista fue conciliador, ya que incidió ante sus seguidores en la necesidad de "trabajar por el consenso y la unidad en el país (para) que estas elecciones no nos dividan sino que nos unan".
Ollanta Humala ha encabezado una coalición de grupos nacionalistas y de izquierda llamada Gana Perú que se sitúa como la más votada en el parlamento según los sondeos a boca de urna (41 de 130 escaños), pero necesitará de alianzas con otras fuerzas para lograr una mayoría estable.
También Keiko Fujimori compareció optimista ante una lluvia de papel picado y ritmos de tecnocumbia que entonaban sus seguidores, a los que recordó que el país debe seguir progresando sin mirar al pasado, en alusión a la traumática memoria que despierta la época (1990-2000) en que gobernó su padre hoy preso por violaciones a los derechos humanos.
Keiko enfatizó que trabajará con respeto a la democracia, los derechos humanos y la libertad de prensa.
"Tengo un compromiso para que el Perú siga creciendo, recibiendo inversiones, pero también de lucha contra la pobreza, la desigualdad y la violencia", manifestó, y recordó que el crecimiento debe llegar a todos los peruanos, también los que viven en las infraviviendas de los llamados asentamientos humanos, un mensaje muy parecido al expresado por Humala.
Fujimori dijo que el camino hacia la presidencia es aún largo, "faltan varias semanas", apuntó, y pidió que se mantenga la "actitud de humildad, sin soberbia y sin triunfalismos".
El gran perdedor de estas elecciones fue el ex presidente Alejandro Toledo (2001-2006), que partía como favorito hace dos meses y ha descendido de un 30% de apoyos en su mejor momento hasta el 15% que efectivamente cosechó hoy. "Perú hoy día ha expresado su enojo -explícito en las urnas, mudo en su palabra-, sobre un descontento de tener un crecimiento económico sin distribuir los beneficios", declaró Toledo a los periodistas en la primera comparecencia, en la que reconoció su derrota.
Explicó, en ese sentido, que su país ha tenido diez años de crecimiento económico que no ha llegado a los más pobres, que ahora "han encontrado un candidato que canaliza esa protesta", en referencia al nacionalista Ollanta Humala, que ganó las elecciones.
Su jefe de campaña, Carlos Bruce, fue más lejos, y dijo que la segunda vuelta entre Humala y Fujimori "pone al país en una situación muy difícil".
Y es que ambos candidatos generan un gran rechazo entre enormes bolsas de votantes, en el caso de Humala por su pasado militar y de simpatías chavistas, y en el de Keiko Fujimori por la absoluta identificación que siempre ha tenido con el régimen de su padre, Alberto Fujimori, pese a sus atropellos a los derechos humanos y la multiplicación de actos de corrupción.
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