Rafita: Vecino «non grato»

Vive en el número 23 de la Avenida de Villaviciosa, muy cerca del hospital y de la estación de Metro y Cercanías de Alcorcón Central. Los vecinos del barrio saben de sobra el portal y el piso por las broncas que se montan y porque nunca ha pasado desapercibido. Pero la mayor parte de los residentes y trabajadores en la localidad sólo saben que, a su pesar, comparten mobiliario urbano, parques, establecimientos, centro médico y todo lo que se puede compartir con un vecino con alguien de la calaña de «El Rafita». No pueden hacer nada, simplemente él vive allí desde hace unos diez años, después de que realojaran a su familia en este bloque del IVIMA tras el desmantelamiento del poblado chabolista de Las Mimbreras. Pero los vecinos de Alcorcón, hartos de que siempre se vincule a este «personaje» con la localidad, pretenden qué «al menos» se le declare «persona non grata» en el municipio. El ideólogo de esta iniciativa es Pedro Moreno, un vecino de la localidad que, tras la última detención de Rafael Fernández García el pasado 24 de agosto dijo «ya no puedo más». A él se le han unido, de momento, una veintena de vecinos de Alcorcón que pretenden recoger firmas por la localidad para llevarlas al Pleno del Ayuntamiento y lograr que se declare persona «non grata» a este individuo. «El otro día me harté no sólo porque le hayan detenido cinco veces y por ser quien es, sino por sus formas ante la Policía y ante la jueza», dice Moreno en referencia a cuando «El Rafita» espetó a los agentes aquel día cosas como «me habéis cogido a la cuarta» o «soltarme pronto que he quedado» y a la magistrada que «estaba borracho y robé la furgoneta para comer».

 Además de esta iniciativa, Moreno pretende que el Ayuntamiento de Alcorcón (PSOE) muestre su total rechazo ante los hechos delictivos de este «personaje» y envíe un escrito al Gobierno central solicitando una revisión de la polémica Ley del Menor, gracias a la cual «El Rafita» no tiene antecedentes penales a pesar de haber sido condenado por su participación el crimen de Sandra Palo.

«La declaración de persona "non grata"es algo simbólico. Queremos que se sepa que los vecinos de esta ciudad le repudiamos y que tenemos que aguantarlo porque nos lo han "soltado"aquí», dice. En sólo cuatro días ya llevan cerca de 900 firmas.