Artistas
La escena de Madrid pasa revista
Las noches de la capital se apuntan a la sesión golfa, y no hablamos de la hora. El Teatro Reina Victoria estrena «Las Leandras» y el Teatro Circo Price «¿Pasión sin puñales?». Y, para alternativos, una propuesta «monstruosa» en Pradillo
Cae la tarde, con la canícula castigando al habitante de la ciudad, que busca una escapada que le refresque las ideas un poco. Aunque, quién sabe, puede encontrar más calor del que esperaba, porque los escenarios madrileños inflamarán los termómetros este mes de julio que arranca. Será con propuestas de variedades y cabaret. Y las hay para todos los públicos, desde el gusto más conservador hasta el moderno e incluso el alternativo. Vayamos por orden:
«Las leandras»
«Enviudé y estoy sin amor», canta embutida en plumas negras una señora. «Acabó mi luna de miel y se fue mi dicha con él», sigue con miradas pícaras. Entonces, aparta la boa para enseñar una pizca, no todo, de su anatomía, que empieza en unos tacones vertiginosos y acaba en unas manos enguantadas, con parada a medio camino en un vestuario no apto para climas fríos. Lo justo para que el respetable deje volar la imaginación. Y entonces todo queda claro: «Adminístreme usted lo que él me dejó», sugiere con picardía la cantante. De eso trata la historia. La de la revista, claro: de enseñar y tapar, de incitar y jugar al equívoco, del arte del birlibirloque semántico. Durante décadas, fue un género en auge que calentó las mentes de los varones españoles y amenizó las noches de un país gris. Luego, con la llegada de la democracia a la vida española –y eso incluía la democratización de la vida sexual y las fantasías, asequibles por nuevos medios–, la cosa perdió fuelle. Contra viento y marea, el empresario teatral Enrique Cornejo ha querido apostar ahora por este género con «Las Leandras», uno de los grandes títulos del repertorio. Para ello, se ha embarcado en una coproducción junto a la compañía lírica del maestro Félix San Mateo, quien estará además al frente de la orquesta que tocará en el espectáculo.
Cornejo es consciente de que la revista, el espectáculo de variedades, «implicaba la picaresca al servicio de una sociedad, un tiempo, en el que se necesitaba algo atrevido que no se tenía». Pero cree también que el público de hoy puede disfrutar de un montaje como «Las Leandras». «El espectáculo del maestro Alonso tiene números inolvidables. En el ensayo general que hicimos, el público más joven se puso en pie a aplaudir al final; aquello me emocionó, porque una duda que tenía era si esto calaría entre las nuevas generaciones».
Además, Cornejo reivindica la necesidad de no dejar morir al género: «Una vez que ya no estemos los líricos entusiastas como nosotros, me temo que las instituciones tendrán que hacerse cargo de la revista como lo han hecho con la zarzuela».
Con una orquesta en directo y un conjunto de artistas, entre actores cómicos, cantantes y un cuerpo de vedettes y bailarines que dan vida a 41 personajes, San Mateo desea que «la gente entienda el esfuerzo que estamos haciendo para ofrecer esta revista musical española». Y María José Molina, gerente de la compañía, cantante y actriz, añade que «se trata de una obra fuera de lo común. Ya lo fue en su origen por el texto y por la música. Pero ésta es una puesta en escena de 2010: no podemos seguir haciendo "Las Leandras"como antaño, porque mucha gente pensaría que es algo antiguo o casposo, y todos hemos evolucionado. Éstas son unas "Leandras"más actuales». Eso sí, aclara para los más puristas: «La esencia de la obra se ha respetado».
«Las Leandras» fue estrenada en el Teatro Pavón en 1931. Se trataba de un «pasatiempo cómico-lírico en dos actos» con música del maestro Francisco Alonso y libreto de Emilio González del Castillo y José Muñoz Román. Enredo de coristas que se inventan un falso colegio para apoyar a otra de ellas y evitar así que el tío de ésta descubra que anda metida en el mundo del espectáculo y la desherede, tuvo un gran éxito a lo largo del siglo XX y dejó momentos ya célebres, como el chotis de «El Pichi», que todo madrileño sabe, al menos, comenzar y tararear. Ya saben, Pichi es el chulo que castiga, al que las «chulas» le cantan: «Me has trastornao, / ¡Eres un sol! / Pónme un chalet, / dame un renard, /cómprame un Roll». Lo cierto es que las cosas se acaban olvidando. Por eso, reclama Cornejo, «la revista es parte de nuestra historia teatral. Debe estar ahí, y debe ser apoyada».
l Teatro Reina Victoria. Madrid. Desde hoy al 29 de agosto. 30 euros. Tel.: 902 876 870.
«¿pasión sin puñales?»
Por segundo año se presenta con este nombre la apuesta del Circo Price, que acerca el cabaret, bien alimentado de ingredientes circenseses, a su programación veraniega. Este cabaret que trata de saltarse los encasillamientos, como explica el director del Price, Pere Pinyol, nada entre lo literario, lo portuario y lo poético, entre lo canalla y lo erótico, todos esos terrenos de los que se ha nutrido el género. Así, habrá números de aros sincronizados, como los que ofrecen The Aerials, un maestro de ceremonias, Aitor Basauri, la magia visual de Sergi Buka, la cuerda lisa de Marina Bouglione, una tragasables rusa, La Perla Preciosa, y un número de cable a cargo de la estadounidense Molly Saudek. Pero también elementos que dotan de malicia al escenario, con el «burlesque» de Catherine D'Lish, una artista que ha trabajado habitualmente para Dita Von Teese, cuya ropa firma. O la canción de Alfonso Villalonga. ¿Y por qué no incorporar ese nuevo género de baile surgido en el siglo XX en locales de alto voltaje sexual, como es la barra americana? Así, se cuela en la programación Gala, artista que lleva estos sensuales movimientos, por primera vez, a un escenario con público «normal». «Es un cabaret muy ecléctico. Aunque, de alguna manera, procede de una larga tradición», aclara el director de este variado viaje nocturno de esencia canalla, el inglés Andrew Watson. «Aquí no se trata de un maestro de ceremonias, un número, de nuevo el maestro, otro número... Es todo bastante más teatral que un cabaret tradicional. Es más contemporáneo y, sin duda, apasionado». Y es que, reconoce el creador, el elemento picante no faltará: desde un número de danza del vientre, pasando por las «Pussycats», las seis chicas que acompañan a uno de los números, hasta la «elegancia» de la acróbata Marina Bouglione o el erotismo de Gala, todo el espectáculo está impregnado de ese algo que diferencia al cabaret de una función de teatro.
l Teatro Circo Price. Madrid. del 1 al 31 de julio. De 10 al 35 euros. Tel.: 91 527 98 65.
«Monstruos. Catálogo de perversos»
Entre el cabaret y el teatro, Marina Wainer y su elenco dibujan una historia humana que, dice la directora, «no solo es un cabaret, es una galería donde se exponen en extremo la maldad, la avaricia, el egoísmo». En ella se cuelan malos de bisutería, aspirantes a perversos, aficionados... Música, clown, humor, vodevil, marionetas y baile se unen en un estreno que aspira a ser «el más gamberro del verano». Wainer, que ha dirigido espectáculos como «De velorios y verbenas» y «Sin Dios», presenta ahora una galería de personajes patéticos y divertidos. Y la bebida va incluida en la entrada.
l T. Pradillo. Madrid. del 7 al 31 de julio. 16 euros (con consumición). Tel.: 91 416 90 11.
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