Burgos

Caamaño despilfarra 400 millones en la Audiencia

Implanta un sistema digital para ahorrar fotocopias. Se despedirá sin acometer ninguna reforma clave para la Justicia

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, en su escaño del Congreso de los Diputados
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, en su escaño del Congreso de los Diputadoslarazon

MADRID- Francisco Caamaño no ha cumplido con la expectativas que generó su nombramiento en febrero de 2009 como ministro de Justicia, después de que Jesús Bermejo dejara el pabellón por los suelos con sus estrambóticas salidas en sus comparecencias públicas. La llegada de Caamaño se esperaba en el mundo de la Justicia como agua de mayo. Sin embargo, tres años después pasará a los anales del Departamento como un «pésimo gestor», según coinciden en señalar a LA RAZÓN diferentes fuentes judiciales.
Estas fuentes esgrimen el despilfarro que ha supuesto su gestión, en un momento de crisis económica como el actual, para justificar su aseveración. Como botón de muestra, citan la inversión acometida de 400 millones de euros para digitalizar la información en curso de la Audiencia Nacional y sustituir, así, el soporte papel. Además, se despedirá sin haber acometido ninguna de las reformas claves para la modernización de la Justicia. En el cajón de su despacho o en el del Congreso de los Diputados duermen una serie de reformas, que no verán la luz, entre las que destacan las Leyes del Registro Civil, Concursal, Procedimiento Laboral, de Enjuiciamiento Criminal y de Enjuiciamiento Civil, así como los Tribunales de Justicia.
Otras fuentes judiciales consultadas por este diario ponen el énfasis en que las Oficinas Judiciales, creadas en ocho ciudades españolas, no «terminan de despegar» como ejemplo de la «mala gestión» realizada por Caamaño. En ese sentido, la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) no tiene ninguna duda de que en las provincias donde se ha implantado ha supuesto un «fracaso» que «no ha servido para dotar de más eficacia al sistema, sino que ha creado más problemas». De hecho, la asociación mayoritaria de jueces y magistrados especifica que esta iniciativa, puesta en marcha en Burgos, Cáceres, Murcia y Ciudad Real... no ha tenido el resultado esperado, sino todo lo contrario. «El fracaso ha sido tal que han tenido que paralizar el despliegue de la Oficina Judicial. No ha funcionado».
El titular de Justicia ha dado también la espalda a las asociaciones, con cuyos dirigentes no ha tenido ningún «cara a cara» en los últimos tiempos. «Desde la huelga de mayo de 2009, hace ya más de dos años, no nos ha convocado a ninguna reunión», denuncia la citada asociación. Y es que los jueces no están precisamente lo que se dice contentos con Caamaño. Desde ese histórico «paro de togas», los cumplimientos que realizó el ministro brillan por su ausencia. No sólo se ha granjeado la enemistad del mundo judicial, sino también la de sus compañeros de Gabinete. Fuentes gubernamentales confirman a este diario que Caamaño no mantiene ningún tipo de relación con el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba.