Copa del Rey

París

Laporta españolizado

La Razón
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Va por la vida de catalanista, independentista y republicano. Sin embargo, no le altera pedir la final de Copa, sentarse al lado del Príncipe Felipe, escuchar a no- venta mil personas tararear el himno nacional y observar có- mo ondeaban al viento de la bellísima Barcelona primaveral las banderas españolas, sevillistas y atléticas. Joan va por la vida de todas esas cosas, como si de un actor se tratase. Ha incorporado al equipo a Villa, más español que los Lagos de Covadonga, y está a punto de cerrar el fichaje de Cesc, duende del medio campo de «La Roja». A esto lo llamará catalanizar España, pero lo cierto es que ha españo- lizado el Barça mientras nos cantaba canciones independentistas y se llevaba por delante las ligas estatales, las finales de la «Champions» en París y Roma y rozaba la del Bernabéu. Ganar la Copa del Rey no le produjo urticaria por muy republicano que parezca.Con su marcha deja el listón muy alto, las vitrinas repletas, la caja vacía y la plantilla llena. El que venga detrás, que arree. Tengo la sensación de que su adiós es bueno para sus rivales, que se quitan de en medio a un tipo capaz de engañarlos con un discurso político provocador mientras se quedaba con casi todos los trofeos. En la Es- paña surafricana estarán Valdés, Piqué, Puyol, Busquets, Xavi, Iniesta, Cesc, Villa y Pedro. Laporta se ha rendido. Se ha hecho español. Quiere ganar el Mundial. Sólo le falta venir a vivir a Madrid y declararse monárquico.