Elecciones andaluzas

La pata chula de Arenas

La Razón
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Visto que el presidente de la Junta llegó el miércoles a la Cámara empujando la silla de ruedas opde la socialista Susana Díaz, ayer había cierta expectación. O, al menos, eso creíamos los gentilpensantes. ¿Ofrecería Griñán su hombro a Arenas, que sigue andando con muleta y pata chula? Griñán y Arenas enfilaron juntos la entrada al Pleno, intercambiando manotazos al aire y sonrisas de medio labio. Pero uno con sus papeles debajo del brazo y el otro con la cojera al aire. Si los sindicatos, a dos semanas de la huelga general, han tendido un cordón sanitario en torno a Griñán y evitan la foto a un kilómetro a la redonda, ¿qué no le hubiera entrado a Arenas si se hubiera visto hoy en los periódicos junto a un samaritano presidente de la Junta?
Ni hay posibilidad de que Griñán ayude a un Arenas cojitranco ni que Arenas apoye ninguna de las medidas económicas puestas en marcha por la Junta, a tenor de lo vivido ayer en el Pleno. Uno y otro ven –o quieren ver– realidades distintas. El presidente de la Junta ha copiado la letra dylaniana de que los tiempos están cambiando. El PIB ha crecido en los dos últimos trimestres, crecen las exportaciones, la inversión de las empresas privadas, el índice de confianza de los consumidores, las afiliaciones a la seguridad social... Arenas, sin embargo, hace suyo el título valleinclanesco y dice que la Junta vive en la «corte de los milagros». Y el milagro de la recuperación económica, por el que lleva varios años rezando en Andalucía un millón de parados, no puede producirse –entiende Arenas– mientras sigan cayendo empresas como moscas y la previsión de paro para 2010 sea del 30 por ciento. «Su gobierno no resistiría el polígrafo», le espetó el presidente del PP en plan televisivo.
Como lo importante es la pata chula de Arenas, le pregunto:
–¿Cuánto queda?
–Quince días. Me han dicho que como no cumpla se me queda la cojera.
Arenas se fue pisando a lo Lord Byron y nosotros también nos fuimos pensando que la recuperación económica sí que no va a ser cosa de quince días...